28 de julio de 2006

Una sorpresa de amor


La noche era fría y una pocas estrellas en el cielo auguraban un amanecer nublado y helado. Caminaba solo, sin nada que entorpeciera el fluir de mis pensamientos en aquel momento. Quizás estaba un poco atemorizado por la hora; era tarde. Recuerdo que con calma tomé las llaves de la reja de mi casa, y la abrí. Luego abrí la puerta de entrada, y no pasaron 3 segundos cuando una de mis hermanitas (Elizabeth) me dice: "¡Hola Vid!" (porque me dicen "vid" en vez de david) Entonces yo la abracé. Tras ella mi otra hermana (Carla), la menor de todas, me abraza también, y en el acto me dicen con entusiasmo:

- ¡Te tengo un regalo! Ábrelo.

Exclamaban con mucha alegría. Una de ellas me entregó un sobre de papel de regalo. Pero yo, en vez de abrirlo inmediatemente, me fui a hacer otra cosa, preocupado de mis proyectos mentales y tantas preocupaciones. Entonces dejé el regalo en un lado y me puse a hacer otras cosas. Las niñas volvieron al lugar en donde estaban antes que yo llegaran, sin reclamar nada.
Después de 5 minutos aproximadamente, una de mis hermanitas me dice: "¡Ve el regalo!" Y me doy cuenta que había olvidado eso. ¡Más encima no sabía dónde lo había dejado! (para colmo de males). Pese a todo, lo pude encontrar; y lo abrí...

Fue grandioso...

¿Saben por qué? Por el amor que sentí. Después recordé que muchas veces ellas me habían hecho cartas en donde dibujaban a nuestra familia o bien me dibujaban a mí y le pedían a algún grande que escribiera: "David, te quiero mucho". Pero esta vez fue incluso más emocionante.
Cuando abrí el regalo, vi que sobre un género que no sé su nombre (es muy suave y esponjoso), había cosido con hilo y género -de otro tipo-, un rostro con 2 ojos y una sonrisa muy grande!!. Además tenía un colgador para ponerlo en mi pieza... Entonces dije: ¿Qué paso aquí..?
Sin palabras...
¡Y pensar que ellas esperaban que yo abriera el regalo apenas llegué! ¡Vi que sus ojos brillaron cuando cerré la puerta luego de haber entrado a la casa!
No quiero que esto parezca un elogio a mi persona. Al contrario, me gustaría que muchos admiracen la manera en que un niño ama cuando les entregamos un poco de amor (quizás ínfimo). Es algo que agradecen con tanto cariño que es imposible describirlo. Simplemente inefable. Y me emociona tanto, hasta las lágrimas, el saber que Jesús quiere que entremos al reino de los cielos como un(a) niño(a). Pienso que todo eso es tan simple de entender, pero a la vez tan difícil de cumplir. Pero clamo a Dios y digo: ¡Gracias, porque así como aman estas niñas pequeñas tú me muestras como amas tú y cómo podemos llegar amarte! Con la gracia de Dios es posible llegar a amar así.
Es una manera tan sencilla, sin condenación. Ellas no se enojaron porque no abrí el regalo inmediatamente, al contrario, esperaban que yo lo abriera. En ese momento fue una alegría tan grande, que las abracé y les di muchos besos, sabiendo que aquello que me habían demostrado aquel día es mejor que anhelar un ministerio, o anhelar realizar sanidades de Dios. ¿Y saben por qué? Porque me mostraron un principio y una parte del carácter de Dios: "Que él nos ama mucho".
Ya no importan cuantos defectos tenga. No, no importa. Sólo importa que el Padre nos ama y tiene un regalo para nosotros apenas decidamos entrar a su casa. Tal como mis hermanitas, correrá a saludarnos y abrazarnos después de un día agotador.
Si quieren comentar algo, no comenten si soy buen o mal hermano. Ese no es el punto por hoy. Sólo díganme si aquellas niñas se merecen un gran reconocimiento por mostrarnos el amor del Padre. Son tan simples, pero unas maestras grandiosas. Ellas no me dijeron: "Mira, si lees la Biblia completamente serás salvo". No. Tan sólo fue: ¡Hola vid! Te tenemos un regalo.

PD: Tengo un nudo en la garganta después de escribir esto.

20 de julio de 2006

Dios me hizo volver a soñar


Cuando venía en el bus de vuelta del operativo médico-rompecabezístico de Chillán comencé a pensar demasiado en todo lo que había vivido, en todo lo que había pasado en apenas 3 días. Y sí que pasaron muchas cosas... El Padre me sorprendió...
Con los ojos cristalizados de emoción miraba a la ventana, esperando encontrar alguna explicación lógica a la forma que Dios había actuado en aquel lugar. Entonces aquellos recuerdos de cuando era pequeño comenzaron a aflorar rápidamente. La timidez y cobardía que me eran característicos; el miedo y temor a las figuras de autoridad y gran tristeza. Sin embargo, y tal como dice la Biblia, algo hizo que hubiera baile en vez de lamento, alegría en vez de lloro, un canto en vez de una queja. Por primera vez en mucho tiempo pude sentir el gozo y la liberación en mi vida. Ahí había un olor a libertad.
El día lunes recuerdo que hablamos de la paz de Dios en Filipenses 4:6-7 y eso fue realmente impactante. No pude contener mis lágrimas. Quizás nadie se dio cuenta, pero el Padre me había hablado en ese momento. A la luz de esas palabras hubo de pronto una claridad muy grande en mi corazón y sentí el respaldo de Dios. ¡Él mismo me estaba hablando! Fue genial. Aprendí que Dios guarda mi corazón y pensamientos en su paz cuando le confieso que yo ya no puedo más y que le necesito urgentemente. Y sé que varios entendieron lo mismo.
Sentado en el bus y en la oscuridad del viaje tanbién me pude dar cuenta de que la gente que estaba a mi alrededor ya no era la misma que hace 1 año, y eso me hizo ver la fidelidad de Dios, y sobre todas las cosas que no estoy solo, y que Él estaba llenando cada uno de mis vacíos. Pero no sólo estaba llenando, sino también moldeando. Lo mejor es saber que esos cambios no eran por mi esfuerzo o por mis grandes méritos, sino porque Dios quería tener misericordia.
Muchas veces, cuando Dios nos entrega un sueño y las circunstancias comienzan a ponerse confusas, perdemos la esperanza. La soledad y tantos otros sentimientos y emociones brotan y de pronto todo se nubla; pero hay algo que podemos hacer frente a todo eso: rendirnos y volver a soñar con la palabra de Dios. Quizás los problemas siempre estarán, pero la paz de Dios es suficiente para enfrentarlos, porque no es la paz del mundo. Ciertamente es un fruto del Espíritu Santo.
Y después de la emoción de los recuerdos, di tantas gracias al Padre, porque estaba rodeado de personas que hablaban palabras de Él a mi corazón. Agradezco grandemente a Dios por la obra "El Rompecabezas", que sin duda fue uno de los trampolines que Dios puso para impulsar mis sueños otra vez y comenzar a proyectarme. Y les digo a todos los que lean este blog: ¡NUNCA DEJEN DE SOÑAR PORQUE EL PADRE ESTÁ CON NOSOTROS! ¡SI SONREÍMOS ÉL RÍE CON NOSOTROS!

En un momento del viaje me invadió un gozo muy grande y una certeza de que había alguien que cuidaba de mí y que tenía todo el control. La oscuridad de la noche contrastaba la claridad que tenía en mi interior. Dios no necesita a los grandes, a los sabios o a los habilidosos. A aquellos que no se consideran nada o están perdidos, Dios ha tomado para glorificarse. Por eso les digo: ¡ES TIEMPO DE SOÑAR! No importa la capacitación. Si Dios nos llama es porque algo quiere de nosotros y porque ha creído en nosotros antes que nosotros mismos. Por eso todo el reconocimiento y adoración es del Él.

14 de julio de 2006

Una nueva generación


En un momento de mi vida hubo mucha sequía... Mucha... Y sentí también mucha soledad. Y he visto las vidas de otros como yo que han debido pasar tiempos de desierto. Quizás un desierto de Dios. Muchas veces un tiempo de trato personal para forjar aquellas cosas que el Señor quiere en nosotros. Un duro pasar para aquellos que han debido enfrentar circunstancias de traición o de dolor. Pero luego de pasado el tiempo, Dios manda la salvación y comprendemos el sentido de lo vivido. Hace algún tiempo me he sorprendido de cómo han aparecido vidas tratadas por Dios de esa forma. ¿Será que Dios está preparando una nueva generación? ¿Será que muchos de los modelos pasados están quedando atrás en pos de una nueva unción de parte de Dios? ¿Será que el fuego antiguo se está extinguiendo en favor de un nuevo levantar de parte de Dios? Yo creo que sí. Este no es un discurso de desechamiento del pasado, ni de querer despreciar lo hecho por generaciones pasadas, pero sí de decir que existe un nuevo grupo de personas levantándose, y que están hartas de la religión y de vivir una relación con Dios los domingos. Personas hartas de querer seguir igual, y que a los 40 años vivan de la misma manera que ahora. ¿Acaso Dios no quiere que avancemos? Es necesario levantarse y una vez más decir desde las entrañas: ¡Cristo VIVE! y está aquí.
Pero eso requiere más que un simple estudio de un libro como la Biblia. Requiere fe. Y es una palabra corta pero de difícil ejecución. Sólo con la fe las sanidades son posibles y los milagros de Dios. Pero la fe también requiere del amor y del conocimiento de Dios. Reqiere saber quién es Dios para mí y tener la identidad en él. Muchas veces es más sencillo de lo que parece. Sólo digo: hay una generación entera que está persiguiendo un nuevo despertar de Dios y una renovación de la mente y a la vez un cristianismo consecuente que deje atrás la hipocresía y la mentira, la arrogancia y el egoísmo y siga la humildad, la mansedumbre, la hospitalidad y la fe en el Señor. Este no es para nada un discurso de reacción en contra de la iglesia, o un discurso que atente contra los pastores o profetas de Dios. Sin embargo, cada cual es conocido por sus frutos y en eso debemos tener puesta nuestra mirada. Hasta que lleguemos todos juntos a decir: ya no anhelo palabras sino los frutos, pues "por los frutos los conoceréis".

La cultura del balcón

Algunos gritaban por allá. Los de acá aplaudían y gritaban. "Llévense a la vieja loca", se escuchaba por ahí. Desde muchos balcone...