7 de noviembre de 2007

Una vocación... un destino

"Y usted Davicito, ¿qué quiere ser cuando grande?". "Yo, abuelita, quiero ser dentista". Je. Esas palabras aún las tengo en mi memoria desde que por primera vez mi abuelita me preguntó qu´q quería estudiar. Debo reconocer que decía eso porque me gustaba andar en metro y subir ascensores para llegar al edificio donde trabajaba el dentista. Sin embargo, poco a poco me comenzó a gustar lo que hacía, pero, como niño no veía lo que me esperaba más adelante.

Llegaron los 16 y wow! había que comenzar a decidir... Luego los 17... la PSU... los resultados... etc. El día que me matriculé en la carrera de odontología no podía asimilar que todo lo que había soñado desde pequeño se estuviera cumpliendo. Para mí fue una sorpresa saber que estaba segundo en la lista de entrada, y que terminé por ser el primero de la lista (la primera persona escogió otra carrera). Me sentí muy honrado y daba gracias a Dios porque todo el esfuerzo estaba dando frutos.

Ya han pasado 3 años desde la vez que me matriculé y aunque a veces me siento cansado de tanto estudio, consumo de tiempo y consumo de dinero, todo se ve cancelado cuando una persona te dice: "Gracias doctor", o simplemente en su cara está dibujada una sonrisa. Son cosas pequeñas, pero que hablan mucho en cada persona.


Claramente los campamentos de servicio me han hecho crecer demasiado. Sobre todo en darme cuenta de la gran necesidad que tienen las personas de ser escuchadas y de ser atendidas con calidad, y no mediocremente como algunos creen que debe ser para las personas de escasos recursos.
"¿Qué hago si mi hijo se fracturó las paletas?", "Sabe doctor que me duele el colmillo desde hace mucho tiempo", "¿Por qué tengo las encías hinchadas?", "Tengo un diente negro". Esas son una de las tantas preguntas y afirmaciones que los pacientes dicen en las atenciones o en las charlas educativas. Aún recuerdo con cariño cuando una vez una señora me preguntó la causa de que su hija tuviera los dientes chuecos. Jajajajaja. Según ella no tenía espacio para que los dientes erupcionaran y que los dientes, al ser muy grandes, le salian chuecos. Después que me presentó el caso, le dije que el problema era que su hija sufría de eso porque su cabeza era pequeña y sus dientes muy grandes (algo con lo que hasta la fecha estoy de acuerdo). Jajajajajaja... obviamente todo era multifactorial! (la mejor chiva del área salud).



Más allá de eso, he podido consolidar grandes amistades a lo largo de la carrera. Christopher, Débora, Leonardo, Karin, Nicolás, Claudia, Juan Luis, Lidia, etc, etc. son claros ejemplos de eso. Sobre todo cuando compartimos trabajos prácticos, laboratorios, traducción de paper, etc. Doy gracias a Dios por cada uno de ellos, pues veo también cómo Él responde mis oraciones.















A veces siento que mis fuerzas se agotan de tener que hacer tantos trabajos y de ver que algunos de ellos no resultan como quiero. Sobre todo cuando se rompe un modelo de yeso o se queda pegado el acríolico en los dientes y hay que volver a desgastar y darle anatomía a los dientes. O cuando hay que dar examen de algún ramo. Pero después de todo eso, se da gracias por todo lo vivido y todo lo estresante que fue el año... Creo que quiero mucho la carrera que estoy estudiando, pero más allá de la remuneración quisiera ponerle un toque diferente a todo esto... No sé... pienso que con un propósito Dios me puso ahí y quiero dar mi vida en servir a los demás, ayudar a los que no tienen recursos, predicarles con mi estilo de vida y mis palabras.





















Simplemente gracias... Veo que Dios es fiel a sus promesas en mi vida... Que nunca me deja ni me dejará... Algo me dice desde adentro: "Sigue soñando y lo que pise la planta de tus pies será tuyo"

4 comentarios:

Anónimo dijo...

uff como Orientadora Vocacional jajaja podría comentar mucha cosas en tu post, pero sólo creo que una frase resume todo...Tú y tu proyecto de vida está en los brazos de Papá y las cirucunstancias dan cuenta de eso...
Llegarás donde ÉL siempre te ha soñado ver...!!

cariños,

Joycita

Romy dijo...

la joy siempre evaluando a los amigos ajajajajaj...

Migo, solo me queda decir Gracias a Dios por respaldar cada uno de tus sueños..
Te quiero mil

Anónimo dijo...

Wow!! cosas que no sabía... mich! sigo opinando q eres cerebrito :p jjajajajajajajajaj un cerebrito nindo =)

Me agrada lo del servicio... mmmmm pero no todo el año jajajajajaja (es broma ++)

te amo muuuuucho

JamesRock7 dijo...

El jueves fui a una charla de Junior Zapata - la Generación Emergente - y habló de algo que realmente impactó mi manera de ver las cosas.

Te la resumo en esto: tu llamado profesional puede ser tan sagrado como el de pastor, o misionero, porque al fin y al cabo, Dios es Dios de lo que normalmente se le llama eclesial, y también de lo secular.

Prefiero comentarte en persona, cuando nos veamos. Hay novedades.

Ya oh, cuídate mucho.

La cultura del balcón

Algunos gritaban por allá. Los de acá aplaudían y gritaban. "Llévense a la vieja loca", se escuchaba por ahí. Desde muchos balcone...