28 de marzo de 2008

Quiero...


Quiero descansar más seguido...
quiero dejar de vivir como derrotado...
quiero sentarme a jugar con los niños
subirme al columpio por 5 minutos...
Quiero mirar salir el sol...
quiero conversar con mi familia...
quiero acostarme a ver a la luna...
quiero callar y dejar de hablar...

Quiero ocuparme en vez de preocuparme
quiero tener esperanzas nuevas...
quiero sentarme a jugar con mis hermanas,
jugar a que somos niños...
Quiero sentir cuando me levanto de la cama...
quiero valorar el hecho de estar vivo...
quiero dejar mi vida de amargado...
y alegrar la vida de los que mueren en vida.

Pero más que todos esos "quieros"...
anhelo sentarme a conversar con Dios...
anhelo contemplar ese rostro que me observa...
anhelo amar como ama él...
y quiero sincerarme una y otra y otra vez...
Por fin decirle que le he esperado...
por fin decirle que aquí estoy...
que aún vivo, que aún sueño, que aún sigo...
que aún puede contar conmigo...
como la primera vez...

Quiero abrir otra vez el libro de mi vida...
y ver que el dolor se transformará en alegría...
igual que siempre...
me caigo, me vuelvo a parar, me caigo, me vuelvo a parar...
y sufro, pero aquí me tienen...
me dañan, pero sigo teniendo esperanzas...
soporto y no me he endurecido...
tengo miedo, pero igual avanzo...
porque has puesto algo valioso en mí:
tengo fe :'(

Porque hay un fuego en mí...
un fuego inexplicable que me llama...
que me dice: "Yo te amo, hijo"...
un fuego que me impulsa, me persigue y que me vence...
"Restaurarás a muchos"...
Es su voz que hace eco a través de los años...
Es la voz... la voz del que me llama...
la voz del que me dice quién soy de verdad
la voz del que me quema con su fuego...
la voz del que me dice que no tema...
Es la voz que vence a mi enemigo...

Llévame más profundo... Por favor

25 de marzo de 2008

Me conoces... lo sé





Me conoces... lo he sabido... y no necesitas que nadie te cuente de mí... Te entrometes en los surcos más interno de mi corazón. Me conoces en lo profundo y en lo superficial. En lo que amo y en lo que detesto... en lo que siento y en lo que no... Me conoces cuando soy cobarde y cuando soy valiente. Cuando camino y cuando duermo. Cuando estoy cansado de vivir y cuando corro con todas mis fuerzas... Cuando miro y cuando me abstengo de mirar... Cuando oigo y cuando no quiero oír. En la depresión o el estusiasmo... en el desierto o en el mar... en la vida y en la muerte... en mi pasado y en mi presente... Cuando hablo bien de la gente y cuando no... Cuando juzgo mal a las personas y cuando no. En duda o en certeza, en angustia o en paciencia... Cuando me caigo y cuando me levanto... Cuando estoy enojado o cuando estoy de buen genio... Cuando estoy triste o alegre... cuando sonrío y cuando estoy serio....

Me conoces... lo sé. Cuando ya no puedo más, y cuando lo anhelo todo. Cuando soy inmaduro y cuando soy maduro. En mis silencios y en mis gritos. En mi escape y en mi refugio. En guitarra o en batería. En flauta o en percusión. Cuando miro hacia atrás y cuando miro hacia delante. Cuando soy incorrecto y cuando soy correcto. Mi maldad y bondad la conoces... Mis vacíos y mis llenuras... mis carencias y mis deseos. En el miedo y en la paz... en medio de la soledad o en compañía... cuando estoy humillado y cuando estoy exaltado... No tengo nada que ocultarte. No tengo nada que pueda dejar de desnudar ante tu presencia. En mis imperfecciones y perfecciones habitas tú... en medio de mis fracasos y victorias... sea niño o adulto, sea criticado o halagado, sea en el olvido o en el recuerdo, sea en letras o hablando, sea levantando mis manos a ti o no haciéndolo...
Me conoces mejor que yo. Porque en mi caídas me levantas, en mis desiertos dejas correr tu río. Porque en mis fracasos mora tu victoria, porque en mi pasado veo tu abrazo de padre incondicional. Sea en las pruebas o sin ellas, con dinero o sin él, estudioso o ignorante... Sea que salga el sol o no. Porque tu fidelidad habita en el corazón que has dejado latiendo en mí, latido de pasión por ti, latidos de amor, latidos de canciones nuevas que te he compuesto en mi caminar. Latidos de restauración hecha vida, de perdón de mis pecados, de canciones que fluyen como río en el desierto que he atravesado.

Me conoces... y me has dicho: "Yo no me he olvidado de ti; mi gracia va contigo". Entonces soy un niño, y lo sabes... Sabes que tu voz me vence... sabes que tu abrazo me hace débil otra vez, y no puedo dejar de llorar. Simplemente escuchar el latido de tu pecho es sentir la tranquilidad de un bebé que depende absolutamente.


"No temas..."

23 de marzo de 2008

Ella es Ely

Junto a los verdes pastos de esa noche, quise regalarte una estrella... Y recuerdo que nos acostamos junto a los juegos de parque y te dije: "Quiero regalarte una estrella"... entonces ese día elegí una estrella para ella... para una niña especial. Luego de eso comenzamos a escoger estrellas para todo el mundo, pero nos sobraron muchas...
Ella es mi hermana, Elizabeth, a quien hoy quiero homenajear... Cada día, con su sonrisa, ilumina nuestros rostros... gracias por su inocencia, por su cariño incondicional, por abalanzarse sobre mí cuando me ve llegar de algún lugar, por su candidez, por sus ojos negros, por sus brazos que siempre buscan apoyo, por sus sufrimientos y por sus alegrías.

En breves palabras quiero decirle que la quiero mucho y que siempre podrá contar conmigo :)

Feliz cumpleaños Ely... felices 9 años en que he podido vivir junto a ti

14 de marzo de 2008

Descanso



No hay nada como descansar en Sus manos

y saber que puedo depender de Sus fuerzas...

En Tu mano... viviendo un día a la vez...

9 de marzo de 2008

Que alguien las cuide


En honor al pasado día internacional de la mujer hay escenas que pasan por mi mente y cuadros que se repiten cada cierto tiempo. Sobre todo las escenas de hombres que salen de los juzgados con las manos esposadas y formalizados por violencia intrafamiliar (VIF) y por femicidios. Siempre me pregunto: ¿Qué está pasando en esta sociedad? ¿qué les pasa a estos hombres para que hayan llegado a esto? Imagino esas familias víctimas de VIF...


Creo que la mujer ha tenido un cambio mental muy grande en el último medio siglo. Es un cambio mental que la ha llevado a salir de la casa y buscar oportunidades en el mundo académico y laboral. Todo este cambio obviamente no coincide con las ideas machistas posesivas de algunos que quieren que ellas estén sometidas a la voluntad de ellos sin que puedan ejercer libremente sus vidas. Y hay que dejar algo claro inmediatamente: tanto el machismo como el feminismo no son de Dios. Y tengo varias preguntas para los lectores masculinos de este blog: ¿qué actitud vamos a mostrar a la sociedad? ¿qué actitud tomaremos para con "ellas"? Porque el que dice que los hechos de VIF y femicidios están lejos de la iglesia, creo que no ha puesto bien sus ojos porque encontramos diversos tipos de violencia igualmente en matrimonios cristianos.


Por eso, a los que no tienen ninguna clase de compromiso con alguna mujer o que ya tienen compromiso, amarlas no significa sólo caricias y lindas palabras. Tampoco se basa en sacar en cara cosas a la mujer ni tampoco buscar pretextos para disfrutar más que ellas. Todos somos iguales y frente a eso no debemos actuar con temor sino con amor, dispuestos a protegerlas y a amarlas, tratando de comprender sus procesos y también dispuestos a penetrar en los muchos escudos que pueden poner para no sufrir

5 de marzo de 2008

Al lado de la línea de tren

La línea del tren siempre fue testigo de nosotros dos. A medida que caminábamos por los viejos maderos me sentía más entusiasmado a seguir adelante. Sobre todo porque me parecía estar caminando de una ciudad a otra mientras me tomabas de la mano. Y si estaba nublado, todo era mucho mejor, mientras la brisa de las 7 y media de la tarde daba en nuestras mejillas. Mientras te pedía seguir caminando sin volver atrás. ¿Recuerdas cuando poníamos nuestros oídos cerca de los rieles para saber si venía el tren directo hacia nosotros? Yo aún lo recuerdo... es una infancia que me gané al estar contigo, un niño gustoso de estar al lado de su padre. También recuerdo cuando pasábamos justo sobre un río y bajo la línea del tren no había nada, entonces me agachaba para no desequilibrarme. Pero tú pasabas de pie, tan seguro de ti mismo y dándome seguridad. Era la vida de una niñez estival, de una niñez en los albores de los '90...

A veces me han dado ganas de volver a la misma línea donde compartíamos nuestro tiempo. Donde eras mi padre que siempre esperaba, el que siempre estaba cuando yo lo necesitaba y al que podía subirme encima sin que se enojara o me dañara. Me dan ganas de volver a la misma parte donde bajo la línea del tren no hay nada y ver que ahora puedo pasar de pie sin temer a caerme... Quizás verme en el espejo y darme cuenta que me parezco a ti, que tus ojos se calcaron en los míos y que tu piel tiene la misma textura mía...

Algún día te invitaré a caminar a esa línea otra vez, para que pasemos abrazados el mismo lugar donde yo pasaba agachado. Sé que pese a todo, la vida nos volverá a juntar otra vez y podré mirarte a los ojos sin tener argumentos, sin acusarte de nada...

Algún día te invitaré a leer este blog, para que entiendas lo que he vivido y para que sepas lo mucho que te amo y cuanto deseo estar contigo. Y así el pasado se irá borrando como ahora, y podré decirte que no me debes nada y que te he perdonado de aquí en adelante. Sólo quedarán los recuerdos en los cuales estuve yo junto a ti, al lado de una línea del tren, caminando por un camino que inventamos los dos y que nadie más puede transitar. Sólo allí volveré a estar en familia, tal y como me lo prometió el Señor.

Feliz cumpleaños papá...

La cultura del balcón

Algunos gritaban por allá. Los de acá aplaudían y gritaban. "Llévense a la vieja loca", se escuchaba por ahí. Desde muchos balcone...