7 de junio de 2008

Me doy cuenta

Hace un par de meses leí una reflexión que me llamó mucho la atención. En ella el autor concluía diciendo que lo que nos hacía diferentes a cualquier otra persona no era el pecado (porque todos somos pecadores) sino más bien la gracia. Estos dos términos -pecado y gracia- pienso que están distorsionados actualmente. Incluso suenan extraños, ajenos y anacrónicos. Y concuerdo en aquello... Nadie define pecado sino un antiguo pastor que lo condena. Nadie define gracia al parecer porque nos cuesta hacerlo.
Cada vez que trato de evaluar como soy, me llevo decepciones. Y porque quien les escribe es igual de errante que el resto. Bastaría pedirle a alguien cercano a mí que escribiera sobre mis defectos y de seguro haría una lista larga sobre eso. Me doy cuenta de lo "charcha" que soy... Seguro ese antiguo pastor que define pecado, me apuntaría como exponente del mismo. Es fácil caer en el círculo de condenar a todos los que cometen errores.
Quizás hay alguien más que se sienta tan "charcha" como yo. Sin embargo, Jesús nos muestra un camino más excelente frente a esto... Y claro... Jesús, frente a nuestros errores, se detiene frente a nosotros, nos apunta con su dedo y nos dice: "Ni yo te condeno... vete y no peques más".

Me doy cuenta que gracia es ser apuntado por el dedo del amor de Dios...
Me doy cuenta que gracia es recibir ayuda para no errar.

1 comentario:

Anónimo dijo...

...... ¡ Excelente Reflexión !
ÉL es el único que NO nos condena,nos recibe con su perfecto AMOR, y nos enseña en nuestro camino diario hasta que logramos ser moldeados, cómo ÉL quiere....

tb me considero y han dicho charcha

La cultura del balcón

Algunos gritaban por allá. Los de acá aplaudían y gritaban. "Llévense a la vieja loca", se escuchaba por ahí. Desde muchos balcone...