19 de junio de 2008

Vivo para agradarte


Depender es una palabra fuerte para mí. Es caminar como si pendiéramos de un hilo y el vacío está bajo nuestros pies. Me cuesta depender... cada vez que le digo a Dios que quiero eso me doy cuenta que finalmente, cuando sucede algo que debería "hacerme depender", me da miedo. En realidad nos cuesta mirar hacia lo desconocido, lo incierto; preferimos lo familiar, lo cómodo, lo seguro, lo que sabemos hacer.

Depender es simplemente vivir las promesas de Dios sólo como instrumentos y no como responsables de llevarlas a cabo. Me he dado cuenta que muchas veces me hallo sintiéndome responsable del trabajo en GBU, en mi familia, en mi iglesia. Es como una carga de culpa al no ver los resultados que espero...

Depender es decirle a Dios "aquí estoy, haz lo que quieras de mí", pero a la vez estar dispuesto a soñar y a enfrentar con fe las circunstancias.

Depender es volver a caminar de Su mano, no creyendo que todo se trata de nosotros. Más bien se trata de Él, de su historia, de su amor por nosotros y de la relación que desea tener con sus hijos.

Depender de Dios es dejar que Él pelee nuestras batallas... dejar de defendernos y descansar física, mental y espiritualmente.

2 comentarios:

JamesRock7 dijo...

Tus resultados??

Aunque uno haga lo mejor, o lo peor, aún así no depende de uno, sino de cómo Dios permite que pasen las cosas.

Nada más que decir por ahora...

Cuídate mucho.

Anónimo dijo...

cariños amiguito lindo!...y descanse Papá te tiene en sus brazos...

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