21 de julio de 2008

Si me alcanza el aliento





Me defino como un hombre soñador, lleno de expectativas para cada día. Quizás eso me ha llevado muchas veces a perder las esperanzas y a tratar de dejar atrás mis sueños.

Me gusta escribir. Siento que mis dedos saben expresar de mejor manera lo que mis labios no pueden. ¿Llorón? Je, la mayoría de las veces... Y no porque quiera, sino porque una pequeña inspiración de Dios me llena completamente y es capaz de calmar las tempestades que aparecen cada cierto tiempo a mi lado.

Me defino como un apasionado de Dios. Me consume un amor por la gente que aún no le conoce. No anhelo dar a conocer al Dios de los domingos o al Dios al que todos acuden cuando hay dolor, sino más bien al Dios de mi amistad, el Dios padre que necesita esta generación. Al Dios que llama las cosas inexistentes como si ya fueran y me desafía a ser más. Hasta el cansancio trato de desechar la religión mediocre para dar paso a la más pura revelación de Su presencia. Esto me hace parecer loco a veces. Y así me siento... creyendo en lo imposible aún cuando todos digan que no hay esperanzas.

Un día me atreví a darle mi agenda a Dios para que restaurara mi vida y he visto que Sus mismas manos han vuelto a construir mi identidad y a darme aliento otra vez. Me atreví a decirle que ya no tenía más esperanzas, para que sacara de mí todo el orgullo y me llevara a ser una persona humilde, llena de sueños para entregar y que hiciera todo lo que quisiera de mí. Ya no a mi manera, no como me gustaría a mí, no según mi forma, sino como la Suya. De pronto vi que ponía a mi lado las promesas que siempre me había prometido, y supe que escuchaba mis oraciones y se preocupaba de mis detalles. Y puso a mi lado una hermosa mujer y una esperanza de restaurar las vidas de muchas personas junto a ella. Sea como sea... pastor, no pastor, evangelista, maestro, líder o quizás nada de eso, aquí sigo... sigo viviendo la fe que me hace vibrar y que literalmente me hace saltar. Pero que nunca más sea a mi manera ni imponiendo mis formas ni sueños...


Me consumes... me llamas...
me impulsas y confrotas.
Me rindo con todo mi ser...
pues tú cuidas de mí, de mis planes
y sueños.

Y aquí estoy...
¿Manos alzadas? Sí
¿Saltando? Sí
¿Adorando por horas y horas? Sí
¿Amándote? Sí...

Con una consigna:
Dios, Tú eres el centro.

3 comentarios:

JamesRock7 dijo...

Tal cual te he dicho desde siempre.

Sigue adelante amigo.

Jaime.

Rodrigo dijo...

que no falte un instante...
o un motivo para seguir adelante
luchando por alcanzar la meta...

amigo por el momento blog detenido por tiempo indefinido...

solo para sentarse a meditar lo que ha ocurrido en un año de escritos...

cuidate

Pums pa... algo del recuerdo...je

Romy dijo...

eres tan bkn pero tan bkn
q hasta como te describes eres bkn
jajja
y eso no es todo
pq lo q corona esto, es q realmente eres asi

Te quiero migo

La cultura del balcón

Algunos gritaban por allá. Los de acá aplaudían y gritaban. "Llévense a la vieja loca", se escuchaba por ahí. Desde muchos balcone...