27 de agosto de 2008

Entonces no juzgues

Juzgar es algo que generalmente hacemos cuando descalificamos a otros por su condición, por su ropa, por su forma de ser, de hablar, etc. Juzgar es lo que hacemos cuando vemos a un mendigo y pensamos: "¿Qué se cree este picante?", "¿Por qué anda pidiendo..? que trabaje!".
Juzgar es lo que hacemos en la iglesia cuando alguien es demasiado efusivo y pensamos que es demasiado revoltoso para el "orden de Dios". O bien si viene vestido demasiado poco formal dejamos de mirarlo con agrado. Cuando juzgamos somos religiosos y cerramos el Reino de Dios a los demás.

Quizás por eso nos cuesta entender la gracia de Dios: porque juzgamos demasiado a las personas y las vemos tras el lente de nuestros propios conceptos de lo que es agradable a Dios. El amor de Dios no excluye a nadie... A veces pienso que si Jesús se hiciese hombre otra vez probablemente seríamos nosotros los que estaríamos en su contra al verlo compartir con aquellos que la sociedad y la iglesia rechanzan... Para Dios no importa la condición de las personas, sino más bien su corazón...

Si quieres agradar a Dios, entonces no juzgues...

No hay comentarios.:

La cultura del balcón

Algunos gritaban por allá. Los de acá aplaudían y gritaban. "Llévense a la vieja loca", se escuchaba por ahí. Desde muchos balcone...