2 de enero de 2009

Trato de comprender

A veces la lucha por entender las diferentes formas en que la gente ve a Dios, me ha quitado unos minutos de tiempo. Bautistas, pentecostales, presbiterianos, metodistas, carismáticos... y las mezclas derivadas de ellos. Una vez me dijo la Poly que había escuchado a una tía de escuela dominical explicarle a un niño por qué habían tantas iglesias: "Dios es como un elefante... y cada uno, al ser pequeños, ve solo una parte del elefante. Por eso algunos ven a Dios de una forma". Creo que esa explicación fue sensata y pienso que cada cual ve una parte de Dios que otro no ve. Quizás por ello nos sea necesario -más que obligatorio- compartir con otros y escuchar lo que Dios hace en sus vidas.

Pero a medida que he crecido, no sólo veo que todos somos diferentes, sino que existen peleas a causa de aquello. Levantar las manos, hablar en lenguas, la llenura del Espíritu Santo, gritar, leer la Biblia todos juntos, "yo leo un versículo y toda la iglesia el siguiente", tres glorias a Dios. Eso es solo una parte de lo que he podido recabar. Cuando he ido a iglesias tradicionales me siento ajeno, como si no me sirviera ver a la gente - en su mayoría gente de edad- levantar las manos, o gritar desde las bancas. Mi amigo Gustavo estaría de acuerdo en pensar que prefiere la manera en que Dios se ha hecho escuchar a través de los siglos, pero otro podría pensar en que hay que modernizar la iglesia y que hay que atraer a la gente joven a través de estrategias postmodernas basadas en la sensación.

Algo que he visto desde afuera, es que uno adentro de la iglesia tiende a ponerse cuadrado y a encerrarse en sus posturas. "Es que a mí me gusta que todos se vistan así", "a mí me gusta que la cena se reparta a la gente y no que tengan que pararse", "me carga cuando me hacen aplaudir", "lo que hace esa iglesia es traer corrientes del diablo". Todas esas expresiones las he escuchado en algunas ocasiones. Por eso mismo quizás, no me considero evangélico, como si llegara a formar parte de una religión más... Siempre que mis compañeros me preguntan, prefiero decirles que creo en un Dios que se manifiesta a través de las vidas y que prefiero mil veces mostrar a Jesús a través de mi propia vida que vistiéndome de una forma o hablando de otra.

A lo que quiero llegar es que he comprendido debemos aprender de la diferencia. Porque he visto muchas personas que, sin siquiera compartir mi forma de culto, se la juegan por Dios y veo su pasión por Dios que quebranta mi comodidad y mi mediocridad. Creo que en vez de pelear por las formas, deberíamos pelear por buscar a Dios. Eso es lo único que marcará nuestras vidas, el hecho de dejar que Dios nos hable y ser obedientes a su voz, aunque eso implique dejar atrás las formas. Jesús hubiera dicho: "Misericordia quiero y no sacrificios..." Darle prioridad a la tradición por sobre la revelación de Dios se traduce en mediocridad, monotonía y muerte espiritual.

5 comentarios:

JamesRock7 dijo...

Pucha amigo...
que fome que por malas experiencias te hagas "renegar" del canuteo...

Yo seguiré afirmando que hay gente wena entre tanta tradición, y es nuestro rol cambiar esa cuestión, pero de a poco, y de adentro...

Y, sabes?

Me carga la gente que sigue tradiciones porque sí, sin pensarlas, y por agradar al pastor.

El Romanos 14 dice que no debemos juzgar al que hace algo por agradar a Dios.

El problema es cuando lo hace para Dios, pero detrás hay alguien que dice "así se hacen las cosas para Dios", pero en realidad es sólo un molde o tipo de lo que han hecho desde hace tiempo.

Dios aprecia eso...
pero me carga que se encierren en esos moldes.

A mí me gusta mi iglesia, pero hay cosas que no me gustan, y me gustaría que cambiaran.

Pero... en fin. La vida sigue, y hay hartos por bendecir para discutir por quién tiene la razón, si es aplauso o amén, si es tres gloria a Dios con para siempre o sin para siempre...
en fin.

Tengo cosas más importantes que hacer, que discutir eso.

Mejor que cada uno adore a Dios de corazón....
pero no haré culto sin preguntarme si es contingente para mí, y si me agrada.

Total, el culto es la celebración del Cristo resucitado, y no levantar las manos y aplaudir porque sí.

David Menares dijo...

No estoy renegando de nada... sólo creo que hay que aplicar a Dios en la vida diaria... nada más.

JamesRock7 dijo...

Ah, ok.

Romy dijo...

y por qué nombraste a los bautistas primero?
que quieres decir cone so??
me voy del grupo!
formare un PLR renovado xD

jajaja

tutolino dijo...

Me llega mucho lo que dices, David:
Creo que estoy enuna parada similar.
Lo confieso: No soy el hijo mas fiel, ni el que más va a la Iglesia. Me considero de los más rezongones y los que menos hacen cosas desde adentro para generar cambios en nuestro entorno eclesiástico.
Sin embargo me identifico demasiado cuando hablas de la tradición y de la forma. Pienso igual que tú cuando comentas las maneras diferentes de acercarse a Dios y la analogía del elefante es choripulentosa de pedagógica parahacernos entender una verdad tan grande y vital.
¿Te cuento? También me cuesta decir que soy evangélico; cuando digo que soy cristiano, me dicen "mmm... ¿pero de qué es tu iglesia?" y allí uno tiene que ponerle apellido: "soy cristiano-evangélico"...
Y ante las manifestaciones: creo que la frase "no podemos negarlo que hemos visto",también es aplicable a la forma. En mi msma familia he visto cosas, formas en cómo Dios se maniiesta, que amigos de mi entorno, cristianos, pondrín en duda... Sin mbargo no me es posible negar...
Bueno pues.
Cuídate mucho.
En otro momento nos hablamos.
Que La Vida te bendiga.

La cultura del balcón

Algunos gritaban por allá. Los de acá aplaudían y gritaban. "Llévense a la vieja loca", se escuchaba por ahí. Desde muchos balcone...