16 de abril de 2009

¿Estás dispuesto?

Quiero dedicar la publicación número 200 de este blog a ellas. Un par de veces he escrito acerca de las mujeres, pero en ninguna de ella creo haberlas descrito, como lo quiero hacer ahora.
Debo partir diciendo que cada mujer es un mundo entero por descubrir, en el que debemos ir explorando sus territorios y conociendo sus lugares secretos... aquellas cosas ocultas en sus corazones. Una mujer - o al menos la mayoría - no dirá sus secretos a cualquiera... tampoco les dará la posibilidad de conocerla a todo el mundo. Ellas tienen que encontrar tierra firme donde aterrizar. Y quizás eso es lo que más las describe a ellas y les da una cualidad muy importante: son aterrizadas. Si por ejemplo, un hombre propone un viaje a algún lugar... él piensa en que visitará muchos lugares... piensa en divertirse, piensa en comer, piensa en hacer tantas cosas que a los ojos y oídos de las mujeres parecen superficiales, incluso vanas, pero que el hombre valora por el hecho de ser sencillo y digno de gratificación. Pero la mujer piensa... "tenemos dinero?", "por cuántos días podremos estar en ese ñugar?"...

Las mujeres viven los procesos y por eso nos cuesta entenderlas del todo. Ellas no se conforman a veces con una buena palabra o un "tranquila, todo estará bien". Muchas veces se vuelven retraídas y piensan una y otra vez la solución de las cosas. A veces viven solas su procesos, pensando que nadie las entiende o bien, que son capaces de controlar por si solas sus problemas. Pero quizás ese sería un error e incluso una contradicción muy grande, porque es de conocimiento público que una mujer siempre busca protección... una figura que pueda contenerla y no solo regalonearla como lo hiciera cualquier enamoradizo, sino además que las pueda contener en el sentido de hacerle ver las cosas que puede y debe cambiar. En ese sentido, la mujer construye su emocionalidad a partir del protector. Si alguien muy importante para ella, les falla... seguro que todo su mundo se cae, por cuanto muchas veces la emocionalidad se basa en figuras en las cuales buscan refugio en la tristeza o bien un lugar de descarga cuando están irritables.

La mujer es sensible. Por más que absorba problemas, las lágrimas forman parte de sus vidas. Se emocionan con más rapidez que el hombre y muchas veces critican la frialdad. Seguramente viven sus procesos con intensidad emocional y afectiva, es decir, lloran y se lamentan, pero a la vez buscan recibir amor, cariño, aceptación y por sobre todo, un abrazo y un oído atento a lo que tenga que decir. Esa sensibilidad les hace pensar en los detalles de la vida y llevan a veces un estricto orden en las cosas que hacen, incluso llegando a lo obsesivo.

La mujer es fuerte y valiente. Hay algo en la mujer, que puede salir adelante con entereza en medio de los problemas. Aunque sufre y se las llora todas, es capaz de avanzar y luchar por lo suyo. También puede ocurrir lo contrario, que se hunda en la más profunda depresión... Pero aún así nunca son ni han sido el sexo débil y eso las hace dignas de reconocimiento por parte del escritor. Ellas son fieles... muy fieles.

Unas palabras personales...
La mujer necesita que alguien la contenga, que sepa tratarla, que pueda escucharla con atención y que sea capaz de darle una mano de aceptación en todo tiempo, aun cuando hayan cambios de ánimo o bien hayan cambios en las circunstancias. Una mujer no necesita de un palabreros, ni de hombres que busquen en ella solo contemplar un cuerpo bonito o bien buscar otro interés que no sea el franco acercamiento, la conquista vivida en amor y una relación formal... Buscan hombres y no machitos, como diría Jorge Antileo... Todos nosotros debemos hacernos la siguiente pregunta: ¿Estamos dispuestos a arriesgarnos por una de ellas? La respuesta será esas horas de conversaciones y tiempo de calidad, las palabras de afirmación que nacen de una admiración mutua, actos de servicio cuando ellas no lo piden, regalos que hablen de lo especial que son para nosotros y un abrazo y una mano siempre abierta para ellas. Hago de nuevo la pregunta: ¿Estás dispuesto a arriesgarte..?

2 comentarios:

JamesRock7 dijo...

Demasiado bueno el escrito...

Es una aventura enorme hacer eso...
atreverse a conocer y entrar al mundo de una mujer...
tema apasionante de verdad.

Saludos!!

Poly dijo...
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