15 de septiembre de 2010

Por consolar...

Sentada en un pequeño espacio de no más de 1 metro. Justo encima de uno de los colchones que se habían dispuesto para ese retiro. Ahí estaba ella. Tímida, pero observándolo todo. Justo en frente suyo habían dos personas intentando tocar una guitarra a cuatro manos en las posiciones más extrañas que pueden imaginarse: un amigo y el autor de estas líneas. Aquel Chillán del 2006 estaba helado afuera, sin embargo, dentro de la sala, la estufa a leña instalada cerca de la entrada, mitigaba el frío. Fue el lugar preciso donde la conocí, sin saber siquiera quién era. Sólo me acuerdo haberla saludado con un frío "hola" sin profundizar en nada más.

Comúnmente descrita como alegre, seguramente algunos pocos han tenido el privilegio de conocerla a tal punto de entrar a sus motivaciones de vida y compartir sus luchas diarias. Comúnmente descrita como "buena pa' la talla", detrás de las risas y el chiste espontáneo, aparecen de pronto aquellas cualidades que no deja entrever a todo el mundo. Un tanto oculta en las risas, puedes descubrir el corazón que a veces se protege, pero que esconde en sí mismo a una persona sencilla, esforzada, con sufrimientos pero que sigue en pie, con luchas que la acomplejan pero digna y amada por Dios... con un amor entrañable por aquellos que ella ha denominado sus "amigos".

Cuando vemos a alguien alegre, podemos llegar a pensar que esa persona no tiene ningún problema en su familia, le va bien en sus estudios, sus amistades no le fallan y que todo marcha como debería ser. Sin embargo, Romina es un ejemplo de que la vida no tiene que tener toques "ideales" para ser feliz. Detrás de las risas, tú puedes encontrar lágrimas de sufrimiento a veces, momentos de desilusión, luchas internas, cosas que no entiende por qué pasaron... Sin embargo, siempre está allí para apoyar y ser fiel a sus amigos...

No recuerdo nunca haber peleado tanto con alguien que con Romina y al rato ser de nuevo amigos. Tampoco recuerdo haber reído tantas veces con alguien. Tampoco recuerdo a alguien que haya hecho tantas cosas para brindarme uno de los mejores cumpleaños de mi vida el año 2007...

Y ahora, ¿qué más podría escribir? ¿qué palabras uno podría usar para agradecer a alguien a quien uno quiere y estima mucho? ¿qué palabras quedan después que el corazón se emociona al ver el regalo de Dios a través de la forma de amigos como estos?

Querida Romina... aquí van algunas palabras para ti: "¿Quién dijo que no valía la pena confiar en las personas? ¿Quién dijo que "todos" te fallan? ¿Quién te dijo: "Tú das tanto por tus amigos y ellos no te dan nada"? Seguramente por dar sin esperar recibir, Dios te recompensará el doble de lo que piensas... pondrá en ti sueños de los cuales no te creerás capaz, menos cuando estés en momentos bajos; pero confía... cuando suceda eso, cree en aquel Dios que dijo de ti que te levantaría y que te pondría en alto, para darte el valor que en Su corazón posees. Vendrán otros a consolarte, por haber sido tú quien consolaste antes; por alegrar a otros, serás alegrada; por cantar en la tristeza, otros cantarán acerca de ti; por considerar el dolor de otros, serás considerada...
Gracias por el admirable corazón que hay detrás de ti amiga... por ese que escondes a veces, pero que de repente se deja entrever... Cuando suceda eso, permite que la suave voz de Dios calme las tormentas, llene los desiertos y le dé un nuevo sentido a tu vida... Te quiero mucho"



3 comentarios:

Romy dijo...

hummmmmm
ayayyayay
Era tan temprano y ya me tenias la cara llenas de lágrimas...
gracias amigo
Considero tus palabras y las tomo para mi.
Tq

Anónimo dijo...

que bien !!!
Bendiciones y Felíz bicentenario :D

Andrea M.

Guille dijo...

Que palabras... que palabras!!!
Amigo, muy bien descrita, felicitaciones!!!

Y amiga Romy: necesito hablar contigo en persona, y solo espero un "Zi" como respuesta ;D

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