11 de septiembre de 2010

Reminiscencias de infancia

Lejos de ser un recuerdo nostálgico, pequeñas reminiscencias de una infancia acumuladas en mi memoria, me motivan a escribir. A escribir de la historia pasada, pero también de la futura, diseñada por Dios en el día a día que creó para nosotros.

Entre aquellos trozos de recuerdo, aparecen momentos importantes en donde la familia que te vio crecer, toman un sentido aún mayor. Entre los ocho de la familia, también está mi hermano Andrés... Una de las cosas que más admiraba y admiro de él, es su devoción por Dios. Encerrado muchas veces en la pieza, sentía muchas veces desde la pieza vecina, la pasión con que tocaba el teclado. Eran notas de amor por Dios... notas que trazaron un derrotero para nuestra familia también. No hay palabras para describir lo que significa tener un tiempo de intimidad con Dios en donde Él mismo habita, conversa, ríe, canta y restaura. Estoy seguro que la identidad de Andrés está muy ligada a esos momentos a solas con Dios, en donde nadie más puede entrar... ningún problema, enfermedad, estrés o incluso crisis en la vida... Es el mismo lugar donde las promesas de Dios cobran sentido para él, justo en los momentos bajos.

Nunca olvidaré la vez que de tanto que me molestaba con una niña del pasaje, le mordí el abdomen. Hice tanta fuerza que no sólo le arranqué un grito, sino además se me salió un diente jejeje... O la veces que íbamos con mi papá a caminar por la vía del tren y juntos nos hincábamos en el suelo para oír desde los rieles si el tren venía cerca. O las veces en que jugábamos al profesor y al alumno... O las veces que tocábamos música juntos... O esas tantas ocasiones de reuniones familiares... O las veces en que sufrimos juntos, reímos juntos, avanzamos juntos a pesar de todo. O las veces en que me alentó mientras casi caía en depresión... O las veces en que celebramos los éxitos...

Hay muchas personas con las que uno puede pasarla bien. También hay varias personas que podrían acompañarte en un tiempo de tu vida. Pero hay una o dos personas tan solo, de las cuales uno puede decir: "Éste ha estado siempre conmigo". E indudablemente, ese lugar en mi vida lo ocupa Andrés. Gracias hermano por tu perseverancia y fidelidad...



5 comentarios:

JamesRock7 dijo...

:DD

Ahora tú te diferencias en pocas cosas a él, como la guitarra en vez del teclado.

Bkn tu hno.
Fome que se fue del GBU antes de q yo llegara.

1 abrazo!!

Guille dijo...

Amigo, que honrado debe sentirse tu hno al leer tus escritos, me alegro por ambos!!!

Cuanto me gustaría poder escribir algo parecido sobre mi relación de hermanos... pero no dudo de que Dios lo puede restaurar todo, y leerte me motiva más a esperar con Fe y ver como el Señor nos vuelve a unir.

Un abraso, y bendiciones!!!!!!!!!!!

Anónimo dijo...

Es genial, tener un hermano que siempre está en todas, Dios Bendiga tu vida y sobre todaaa tú familia, yo soy así con mi hermana mayor.

Bendiciones,

Andrea M. =)

Romy dijo...

tq

sexto año dijo...

Si que sabes hacerme llorar bro, nunca uno imagina que puede influir en las personas que te rodean y doy gracias a Dios por las experiencias que cuentas. Me encantaría poder ministrar denuevo a las personas con esos acordes, pero una cosa sí puedo hacer y es seguir adorando, mi hija tambien está aprendiendo ha hacerlo conmigo y eso es lo que deseo. Agradezco tus palabras de corazón y te bendigo sinceramente.

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