23 de noviembre de 2010

El viento acribillado

Sólo hoy espero que el silencio
acribillado en sus perfectos recovecos,
marque la distancia que de nuevo aquí se muestra...
Sólo hoy espero que el destierro,
con sus incontables desconfianzas,
marque de nuevo el derrotero...
que se traza otra vez en este viento...

Es el viento que lanza llamaradas...
es el viento que traduce lo difícil...
Oh, si pudiera controlar el viento de lo imposible,
llamaría paz a lo que llaman guerra,
llamaría verdad lo que hoy tramitan por mentira...

Sólo hoy espero que la guardia,
sea bajada en silencio como siempre...
allí.. donde los huraños montes acanalados
y el cielo abierto le dan la bienvenida...
Oh, si fuera capaz de controlar el viento...
y le diera nuevas rutas que siguiera...
sería un cambio en el cielo acribillado...
por las heridas del pueblo que cantan a mi lado...

Sólo espero que el discurso,
valga la pena algún día...
mientras las nubes le dicen al sol qué hacer...
y mientras la lluvia cae incesante acorde escribo...
Oh, si cantara con todas mis fuerzas...
sería como el pájaro que canta inocente...
sería un tigre que caza sigiloso...
Oh, si pudiera controlar lo imposible,
me daría cuenta que volvería a ser ese que no crece
sería aquel huraño que no sigue a nadie,
que sólo se escucha a sí mismo...
y no se da cuenta que las nubes ya sollozan...

Sólo espero que el silencio y la partida
tracen una nueva ruta aminorada...
sólo espero que el silencio...
busque espacios donde caer sentado...
y que me diga algún día qué pasó...
y que no pase indiferente frente mío,
que no mire al cielo como inerte,
que no pase como si ya todo hubiera pasado...
Oh, si volviera a palpar el viento que se extiende
si volviera a buscarte y encontrarte,
seguro caería el viento acribillado...

Oh, si pudiera calmar esta tormenta
que se alza infame sin parar en sus nostalgias...
si pudiera calmar el viento y las olas,
que se alzan sin permiso en el camino...
si pudiera mirar otra vez dentro mío...
y convencerme que el viento vive acribillado...

Hoy sólo me queda a mí el silencio...
de tanto hablar, la lengua se ha secado...
de tanto abrazar los brazos se atrofiaron...
ya los pies se han cansado en su esfuerzo...
Caminaba entre vientos desolados...
caminaba entre lugares apartados...
buscando ser quien no era,
buscando caminar arriba del viento...
pero sin darme cuenta...
que ya estaba acribillado...

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