28 de marzo de 2011

Por sobre el nivel de la mediocridad


Recuerdo haber escuchado una de las expresiones que más indignación me ha causado: "El Señor viene y no hay nada más que hacer... solamente hay que velar y esperar que Él llegue, porque ya nada tiene solución, incluso en la misma iglesia". Cuando escuché esto, recuerdo que me generó un conflicto interno acerca de lo que yo mismo estaba haciendo para el reino de Dios. Pensaba en cuan fácil es "tirar la toalla" cuando todas las cosas van mal y hay desesperanza. Pensaba en lo fácil que se me hacía el abortar un proyecto cuando surgían críticas y los clásicos "no va a resultar", o "¿por qué lo intentas de nuevo?"...

El libro de Nehemías ha sido últimamente un redescubrir la vida por sobre la mediocridad. El escenario es desolador. Un pueblo llevado esclavo a babilonia, una capital destruída, quemada y los pocos habitantes, lleno de vergüenza y sumidos en la pobreza. De la nada.. sin ninguna gran revelación divina y sin ninguna luz del cielo que le dijera "haz esto" o "haz aquello", oró a Dios y dijo: "Dame buen éxito delante del rey". Así surge la figura del copero Nehemías y su tristeza al ver la vergüenza que sufría su pueblo. Dejando de lado su puesto de privilegio, decidió tomar sobre sí mismo la responsabilidad de levantar los muros caídos de Jerusalén... Fue como un clamor interno que decía: "Ya basta de esto". Esto me impacta... porque estamos acostumbrados a criticar a quienes nos gobiernan; estamos acostumbrados a mirar las cosas desde afuera y a decir: "Pucha, que fome"... pero solamente como expectadores de las injusticias y de las necesidades de los demás.

Salir de la mediocridad implica trabajo duro. No es solamente tener una visión de Dios. Eso es una parte, pero hay que trabajar duro, sacrificarse, mover personas, atraer visionarios, contagiar pasión y por sobre todo, dependencia de Dios. Implica dejar de lado el orgullo y el egoísmo... pensar en cómo los demás sufren y cómo mi forma de ser o pensar los juzga o los margina. Nehemías me desafía a decir "basta" a algunas áreas de mi vida en las cuales he permitido que el conformismo haga de ellas su casa de reposo. "Mejor dejarlo así, que luchar", decimos, quedándonos quietos en nuestro lugar...

Salir de la mediocridad implica dejar atrás la desesperanza, la traición de otros, el refugiarse en que otros me dañaron o en mi propia autocompasión. Implica pensar en un proyecto diferente al que falló y que hay que volverse a levantar. Implica perseverancia. Implica dependencia. Implica devoción. Implica desesperación por Dios. Implica decidir ser y hacer... Implica llevar el discurso a la acción. Implica pedir perdón. Implica dejar de querer hacer las cosas a nuestra manera. Implica decir "ya no más" a ciertas cosas en la vida, en especial la injusticia en la pobreza o la falta de valores en las familias....

Aunque Jesús venga mañana, quiero que me halle trabajando en su reino... no viviendo de la desesperanza sino llevando la esperanza a todo lugar. Quiero que no me halle criticando, sino tomando necesidades y trabajando por ellas. Quiero ver a Cristo en la acción social, tanto como en una reunión de un domingo. Quiero verle en una plática con un compañero de trabajo. Quiero amar su regreso a nosotros, pero a la vez quiero amar a quienes aún no le aman ni conocen. Quiero decir "ya no más mediocridad"...



1 comentario:

Anónimo dijo...

Bendiciones,
Andrea M.

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