13 de octubre de 2011

Una relación genuina contigo... eso deseo


"Lo que anhelo no es ser usado por ti. Queda en segundo lugar el ser conocido o aplaudido. No anhelo grandes milagros ni grandes campañas de evangelización. No deseo más dinero ni todos los tesoros de este mundo. No deseo que cambies las circunstancias de mi vida aunque haya problemas. No te quiero pedir que elimines las tensiones y la enfermedad. No quiero que aquietes el dolor ni menos que hagas de mi mundo una burbuja ideal.
Lo que realmente deseo es estar contigo y celebrar cada día tu salvación. Deseo tu presencia más que cualquier cosa en la vida... más que el éxito, más que el reconocimiento, más que el deseo de ser visto u oído. Anhelo encontrarme contigo de nuevo, de tal manera que pueda saber dónde estás trabajando y pueda unirme a tu obra. No anhelo estudiar más la Biblia por adquirir conocimiento. Anhelo al Dios que está detrás de la Biblia.

Querido Dios... yo te amo, tú lo sabes... A veces nos afanamos con cosas tan pequeñas, a veces sin trascendencia, como el dinero, las apariencias, el status quo, etc. todo lo cual se hace nada cuando nos enfrentamos a ti. Quiero conocerte más y este es un clamor desesperado por verte manifestado en mi vida. Enciende el fuego otra vez y hazme ver dónde tu plan se está plasmando, de tal manera que pueda poner mis manos y todo mi corazón en tu trabajo. Quiero verte, pero no sólo ver tus milagros como si en eso consistiera el evangelio. Te quiero a ti... conocerte, amarte y decirte cara a cara que siempre te espero, te extraño y cada día espero el momento de poder encontrarme contigo de nuevo y poder escuchar el timbre de tu voz. Te extraño Señor y anhelo saber de ti... hacerte nuevas preguntas, escuchar de tu boca tus consejos, tus mandamientos y tus "te amo hijo", "yo estoy contigo" y tantas otras palabras que limpian mi vida y me impulsan a seguir creyendo que tú sigues ahí y que me estás llamando a hablar de ti en todo lugar.

Llévanos Dios, como flechas encendidas..."


Yo también te amo Señor...

No hay comentarios.:

La cultura del balcón

Algunos gritaban por allá. Los de acá aplaudían y gritaban. "Llévense a la vieja loca", se escuchaba por ahí. Desde muchos balcone...