5 de agosto de 2012

En compás de espera

¿Por qué no llega? ¿Habrá algo en mí por lo cual la persona indicada no ha llegado a mi vida? Tal vez esas son algunas de las preguntas que alguno de los lectores de este blog se hace al hacerse un autoanálisis. Este no es un tema fácil, especialmente para aquellos que están inmersos en sistemas eclesiásticos en los cuales sienten que los oprimen o les generan sentimientos de culpa o sentimientos de miedo al fracaso en este tema.
Cuando esperamos a la persona indicada, podemos tener dos situaciones: la de aquellos que están esperando por primera vez, o aquellos que están esperando desde el punto de vista de que han terminado alguna relación (sea el término de relación traumático o no). Aquellos que están esperando por primera vez, experimentan el miedo a lo desconocido, a no equivocarse, a hacerlo lo mejor posible, a tratar de orar mucho para encontrarlo(a) y a estresarse cuando no llega. Aquellos que ya han tenido experiencias previas en este tema, en cambio, se encuentran con sentimientos de culpa, a veces frustración, orando para que en la siguiente relación no se equivoquen y mejoren aquellas cosas que generaron el quiebre anterior. Cuando el quiebre ha sido traumático, algunos se encuentran en procesos de sanidad interior y de volver a retomar el camino. Algunos experimentan ese sentimiento de "mejor estar solo que mal acompañado".

Lo cierto es que hay muchas maneras en que podemos enfrentarnos a este tema. Primero que todo, puedo decirles que ante Dios no debemos tener caretas por ningún motivo. Derramar nuestro corazón al Señor es lo mejor que podemos hacer siempre, es decir, confesarle nuestros miedos, llorar nuestros fracasos previos, nuestras heridas, etc. Ser transparentes es la clave para seguir adelante. En segundo lugar, y no por ello menos importante, es estar agradecidos sea cual sea nuestra situación sentimental. Si estamos solos, agradezcamos por estarlo... muchos están acompañados, pero dentro de sí se sienten solos, y que la persona que tienen al lado, los acompaña en el carrete, pero no los llena. Estar solos es una bendición, aunque no hayamos sido creados para estar solos. Si estamos con alguien en una relación, agradezcamos por ellos y busquemos hacerlo lo mejor posible, estando conscientes que es Dios quien nos ha provisto la mejor persona para nuestras vidas.

Esperar en el Señor no es algo que está flotando en el aire; es más concreto de lo que pensamos, y se refiere a tener una actitud de espera. Imagínense el siguiente cuadro: dos personas están esperando el transantiago a las 7 de la mañana y el paradero está lleno porque la micro no ha pasado en mucho tiempo... Una de las personas está atrasada, mira su reloj, se para del asiento del paradero, luego se vuelve a sentar... se empieza a quejar porque no llega la micro, dice en su mente que apenas pueda pondrá un reclamo ante la empresa de transportes, etc. En cambio, la otra persona está sentada esperando la micro. También está atrasada, pero decide no desesperarse porque la micro pase o no. Lo que haga o deje de hacer, no generará que la micro pase más rápido o no. Les hago la siguiente pregunta: ¿Cuál de las dos personas está esperando el transantiago? La respuesta es clara: Las dos. Sin embargo, el "esperar en el Señor" implica la actitud de la segunda persona: es la actitud del que sabe que haga lo que haga, no acelerará la llegada de lo que uno quiere. Esperar involucra que esto no se trata de que lo haga en mis fuerzas o que prestemos una ayuda al Señor, sugiriéndole personas que podrían ser para uno... De hecho, mientras más rendimos esta área, más se acelera la llegada de la "micro". Si agradecemos, nos quejamos menos, ofendemos menos, murmuramos menos, amamos más, valoramos más a los demás y a nosotros mismos y la voluntad de Dios se empieza a forjar en nuestros corazones.

Les invito a quedarse a la siguiente publicación =)



1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola !!!Yo, no sé si ya creer, las promesas que Dios me dijo, aún no se cumplen...esta espera me es eterna,creo que paso a frustación, no entiendo porqué a todos ellos les llego y a mi sólo me queda esperar :(
un tema dificil de tratar y que a muchos no les gusta
Nataly

La cultura del balcón

Algunos gritaban por allá. Los de acá aplaudían y gritaban. "Llévense a la vieja loca", se escuchaba por ahí. Desde muchos balcone...