15 de julio de 2013

Sin dependencias

Hay cosas que nos hacen creer que nuestro verdadero valor viene de lo que hemos estudiado, de lo que tenemos, de lo que hemos "logrado" con nuestro esfuerzo, etc. Por supuesto que hay muchas personas que nos evalúan por nuestros CV, por nuestros bienes materiales o el lugar donde vivimos, etc. Pero nuestro Dios es más excelente, porque nos conoce y sabe lo débiles que somos. Sabe que en realidad nuestro dinero no es nada, y lo que hemos logrado con el esfuerzo de nuestras manos es en vano... todo aquello se puede destruir en menos de un segundo. Por un desastre natural se pueden destruir nuestros bienes; por una estafa se puede ir nuestro dinero... y así, podríamos enumerar muchos ejemplos de las mil maneras que hay por las que podemos perder todo lo que hemos adquirido en la vida.

Dios nos conoce. Sabe que en realidad somos polvo y que volveremos a Él. En realidad la mejor inversión que podemos hacer es en la relación con Él y con nuestras familias y amigos... finalmente eso es lo que queda. Más allá de todo, conocerle a Él es lo mejor que nos puede suceder.

Les animo a esto... a que, dejando de depender de lo material y de lo que a la larga nos puede hacer reconocidos como exitososo, podamos postrarnos delante de Aquel de quien realmente depende nuestro corazón y juntos podamos declarar que todo proviene de Él. Gracias Padre por tenerte!

6 de julio de 2013

Libre de caretas

¿Qué sucedería si de pronto todos fuésemos sinceros con los demás y contásemos todas aquellas cosas que muchas veces escondemos? ¿O qué pasaría si de pronto dejásemos de mostrar una cara sonriente cuando estamos tristes? 
Dentro de nosotros hay un gran temor a ser descubiertos, dado que eso nos hace sentir vulnerables, "atacables" y muchas veces condenables. Y eso porque muchas veces el entorno nos guía a vivir una vida llena de imágenes, caretas y máscaras. Por ejemplo, usamos una máscara para la familia, otra para el compañero de trabajo o universidad, otra para el jefe, etc. Muchas veces nos convencemos que esa es la manera en que podemos triunfar en la vida y conseguir cosas que sin esas apariencias no conseguiríamos.

Pero con Dios no necesitamos aparentar. Él nos conoce con nuestros trapos y grietas; nos conoce con nuestro lado B y sabe observar muy bien cuando le sonreímos pero en el fondo estamos mal, en crisis o frustrados. Lo cierto es que hay algo que debemos saber: como Él sabe quienes somos, podemos ser libres de las máscaras... Podemos confesar nuestros pecados sin miedo al rechazo y a la expulsión de Su presencia. Podemos pedir ayuda sin necesidad de mostrarle a Dios dónde vivimos, qué marca de ropa tenemos ni cuánto diezmamos. Él se alegra cuando somos transparentes y le decimos que no podemos, que caemos, que no tenemos el dinero suficiente y que venimos a Él con el único deseo de ser libres de toda apariencia. La gente alrededor muchas veces atribuye valor a cosas tan superficiales, sin embargo, son las cosas profundas las que verdaderamente importan. Ciertamente lo esencial es invisible a los ojos, como dijera El Principito.

4 de julio de 2013

Les pido oración

Hoy no me extenderé demasiado y ni haré alarde de un gran discurso. Simplemente les pido oración porque de verdad me siento cansado, colapsado e incluso algo enfermo físicamente... Este año ha tenido de todo, pero especialmente conflictos en lo laboral que me han dejado sin fuerzas...

Gracias por ser fieles lectores de este blog :)

La cultura del balcón

Algunos gritaban por allá. Los de acá aplaudían y gritaban. "Llévense a la vieja loca", se escuchaba por ahí. Desde muchos balcone...