30 de noviembre de 2017

Cajón de manzanas

Amo a Dios más que a cualquier otra persona. Desde muy pequeño mi madre me motivó y enseñó a buscarlo. Un día le pregunté, jugando en la escalera, si el Señor era capaz de hacer aparecer un cajón lleno de manzanas si yo se lo pedía. Ella sin dudar me dijo que sí. Con lo olvidadiza que es, seguro no recuerda mi pregunta, pero a mí me marcó porque desde ese día mi mente de niño entendió que Dios era todopoderoso. Desde ese día comenzó un camino lleno de desafíos en los cuales nunca olvidé esa respuesta. Y a medida que fui creciendo, ese cajón de manzanas ha tomado varias formas, pero Dios sigue siendo el mismo y yo su niño que lo amo.


23 de septiembre de 2017

Cuando no entendemos

Uno de estos días, extrañamente, desperté con la seguridad que Dios tenía el control de todo. Digo extrañamente, porque tiendo a hacer que todo el control esté en mis manos. Ese mismo control que no consigue más que frustración en la mayoría de los casos. Ese día, como hace muchos días, sentí la paz y alegría de saber que Dios estaba cerca, tomando cada situación y cada persona en su momento justo.

Hace un año, le pedí a Dios que me ayudara a llegar al propósito que tenía para mí, incluso pidiéndole que me empujara si era necesario. Siento que así fue finalmente, porque los sucesos abruptos e inesperados, me llevaron a buscarlo con desesperación. Quién sabe, quizás este sea el momento que Dios esperó para poder cumplir todas las promesas que un día me dijo que haría conmigo.

Si lees esto y crees que es el fin, claramente no lo es. El fin viene cuando perdemos la fe. La fe nos mantiene vivos, conectados con el Señor y sensibles a su voz. No es el fin... para Dios no lo es, aunque para algunas personas alrededor lo parezca.

¿Hay muchos cuestionamientos? Ríndelos a Dios. Son esos cuestionamientos los que nos mantienen dependiendo de Él.
¿Hay dolor? Eso es parte del proceso de sanidad. Toda sanidad duele, pero trae bienestar en el largo plazo.
¿Hay decepción? Perdonar es la mejor inversión, porque nos hace libres del rencor y libres para volver a amar.
¿Hay deseos de venganza? Dios es justo, nunca nos dejará. La venganza sólo acarrea odio y un deseo insaciable de dañar.
¿Hay planes rotos? Quizás sea la antesala a un nuevo tiempo de bendición.
¿Le fallaste a alguien? Hay una segunda y tercera e infinita oportunidad en Dios, independiente de lo que otros digan o incluso sentencien.
¿Hay incertidumbre? Algún día acabará y todo será más claro.

"Gracias Señor porque en los momentos de mayor oscuridad, tu luz siempre brilla. Es tu esperanza viva, tu abrazo paternal y tu deseo de relacionarte con nosotros. Gracias por todo lo vivido; entiendo que este era el momento que esperabas para revelarte más profundamente a mi vida. Confío mi vida a ti con todas mis fuerzas, incluidos los sueños y necesidades más profundas. Mi deseo es que todo aquel que lea estas palabras, te conozca más y experimente el poder de tus palabras. Amén"


9 de mayo de 2017

Un nuevo comienzo

"Señor, gracias por los nuevos comienzos. Sé que estás haciendo algo nuevo porque me dijiste que así lo harías. Ni siquiera sé qué irá a pasar pero confío en ti. Nunca me has fallado y esta no será la ocasión de hacerlo. Has permanecido fiel en cada etapa de mi historia, la cual has ido escribiendo con tu propia mano.

Ahora soy más simple... no me aferro a las cosas materiales ni dependo de personas para estar bien. A través de todas las experiencias aprendo que tú eres el autor de esta historia. Es una historia de grandes proezas porque tus bendiciones me seguirán hasta el último de mis días.
 
Ya no soy tan grave con lo que sucede alrededor. Si me va bien o mal, te agradezco lo vivido pero no me quedo pegado. No es bueno quedarse pegado en los éxitos ni en las carencias. Menos confiando en que algo externo vendrá a solucionar los problemas.

He aprendido que el tiempo puede ser un buen aliado y que los pensamientos rígidos siempre terminan por romperse. Por eso me has ablandado y puedo tolerar los fracasos como parte de la misma historia que has trazado para mí. Porque son esas mismas experiencias desagradables las que siempre me han impulsado a conocerte más y a que seas revelado.

No tengo grandes sueños. No. No pido grandes cosas. Ahora he quedado en cero, en blanco, otra vez. Y te agradezco. Es la única manera de emprender nuevamente el vuelo y seguir adelante. No le temo a la muerte porque tú la venciste. Sé que estaré contigo pase lo que pase. Porque soy tu hijo y te pertenezco.

Si me fallan, perdono. Si me traicionan, bendigo. Si me duele, lloro. Si tengo rabia, hablo. Si tengo decepción, me refugio en ti. Si hablan mal de mí o inventan cosas, bendigo. Porque sabes quien soy: un hombre convencido que te ama y quiere ser como tú.

Finalmente contestaste una oración que hice el año pasado cuando me sentía frío contigo: quebraste este vaso y empezaste a formar uno nuevo, lleno de ti, de tu gracias y de tu verdad. Cuando dejé de excusarme y culpar a otros, por fin pudiste venir a limpiar los escombros de mi corazón... todo aquello que por años escondí y que por años sufrí. Ya no hay sufrimiento ni victimización; ahora hay valor para ponerme en pie y correr con menos peso y con menos temor a todo.

Ahora puedo decir que creo en ti. En ti haré proezas y alcanzaré lo que nunca imaginé, porque esa fue tu promesa. En tu amor descubrí la libertad y saber que has puesto todo lo necesario para vencer. Porque eso soy contigo. Amén."




1 de abril de 2017

Oración

Muchos de ustedes que leen este escrito no saben quién soy. En general, escribo reflexiones pero poco de mí, tratando de ocultarme en ellas. Últimamente he vivido los meses más duros de mi vida y no he estado bien. La crisis golpeó mi vida y ésta se desordenó. A los pocos que leen esto, les pido su oración...

9 de febrero de 2017

Renacer



Secar las lágrimas y ponerme de pie, esa es la consigna como en todos los tiempos difíciles. Sin quejarme tanto y sin analizar tanto los motivos de esta caída. Sólo ponerme de pie. Pido al Señor ser sanado para terminar este proceso sin rencor. Hay personas que las dañan y se vuelven agresivas o chismosas. Pero no quiero cambiar mi esencia, no tiene sentido.

Y seguir... 

Desde ahora se abre un nuevo capítulo de mi historia. El tiempo dirá cuál huella dejé y si todo el sacrificio valió la pena. Confío con todas mis fuerzas en Dios, aunque toque el fracaso y la dificultad; porque sé que me va a levantar otra vez y este será un testimonio fuerte en mi vida más adelante.

La cultura del balcón

Algunos gritaban por allá. Los de acá aplaudían y gritaban. "Llévense a la vieja loca", se escuchaba por ahí. Desde muchos balcone...