"Dios de mi soledad,
Dios de mi dolor,
Dios de mis secretos y mi voz.
¿Dónde te fuiste?
Dime por favor dónde estás para seguirte...
Dime si estás del otro lado del río
para poder cruzarlo y tomar tu mano.
Dios de mi dolor,
Dios de mis secretos y mi voz.
¿Dónde te fuiste?
Dime por favor dónde estás para seguirte...
Dime si estás del otro lado del río
para poder cruzarlo y tomar tu mano.
Ay Dios! Dios de mi socorro
Dios de mis alegrías y mi penas
Dime dónde estás que estoy desesperado,
que mi alma desfallece
y mi espíritu se muere dentro de mí..."
Dios de mis alegrías y mi penas
Dime dónde estás que estoy desesperado,
que mi alma desfallece
y mi espíritu se muere dentro de mí..."
Ya no sé por dónde comenzar. Se atascan las palabras y no sé hacia dónde dirigir mis dedos para que traduzcan todo lo que siento en mi interior. Seré breve esta vez... Seré sencillo e intentaré plasmar en pocas palabras mi sentir.
Alguien oró por mí hace algún tiempo, y ocupó palabras muy similares a las que escribí arriba. Me sorprendí mucho al ver que era lo que yo estaba sintiendo en medio de mucho dolor. Ese día volví a ser llorar como un niño en el pecho de esa persona. Dios me libró... estoy seguro que sacó de mí la mentalidad de culpa y castigo que muchas veces sentía y no sabía por qué... Sentí otra vez los brazos del Padre, sentí otra vez que era su hijo especial.
He visto la provisión de Dios abundante para mí en este año y sobre todo en este último tiempo... He visto que valió la pena todo lo vivido. Eso me hace volver a saltar y poder sentir la libertad como nunca. Fue sorprendente que alguien se acercara a mí y me dijera de parte de Dios: "En medio de los momentos de mayor debilidad en tu vida, se inicia un tiempo nuevo... tiempo de soñar y volar como las águilas para no temer... Tú y tu amada no tendrán más temor".
No entiendo lo que sucede a mi alrededor. Hay veces que pienso que algo está mal al ver tantas buenas cosas, o será que nunca estuve acostumbrado a recibir tantos regalos, a sentirme especial para otros y a trabajar para otros... Uy! No sé qué pensar. Mejor seguiré avanzando, mientras Dios me sigue guiando al "puerto deseado".
No entiendo lo que sucede a mi alrededor. Hay veces que pienso que algo está mal al ver tantas buenas cosas, o será que nunca estuve acostumbrado a recibir tantos regalos, a sentirme especial para otros y a trabajar para otros... Uy! No sé qué pensar. Mejor seguiré avanzando, mientras Dios me sigue guiando al "puerto deseado".