28 de agosto de 2007

Que no te roben el gozo


La alegría es la manifestación de la libertad de Dios en nuestras vidas. Por eso mismo, el gozo es la fuerza que nos ayuda a mantenernos firmes en medio de la adversidad. Acerca de esto, Dios me ha estado hablando estos días.

Pensaba en lo siguiente:

- Cada vez que hubo momentos en mi vida que hicieron que me culpase, perdí la alegría, entonces el camino de Dios era difícil.
- Cada vez que veía el futuro y soñaba cosas grandes, veía mi interior y perdía el gozo de soñar.
- Cada vez que vi peleas y discusiones, el diablo me robó el gozo...
- Cada vez que pensé que no podría más, el gozo se fue.
- Cada vez que leía: "El gozo es nuestra fortaleza" en Nehemías, me preguntaba cómo el gozo podría hacer que milagrosamente lograra avanzar en medio de la adversidad.
- Entonces no creía... sólo pensaba y aceptaba que eso podía ser... Es como todas las cosas que pensamos acerca de Dios: las aceptamos, pero no creemos verdaderamente que sean para nosotros. Porque todos dicen que el amor de Dios va más allá de nuestra imaginación... Claro... eso lo aceptamos, pero no lo vivimos.
- Vivir el gozo es distinto a aceptar que existe el gozo de Dios.
- Las antiguas generaciones (padres, abuelos), nos transmitieron sus deseos no cumplidos, sus fracasos, sus quejas.
- El gozo de Dios viene por un cambio de mentalidad en Su presencia.


¿Saben por qué amo tanto a Dios? Porque es capaz de hacerme soñar con una sola palabra y hacrme libre con sólo un toque de Él. Por eso mismo, hoy escribo acerca del que me quita el pensamiento diariamente, el que me hace componer canciones mientras camino, el que me hace ser sensible a su voz. Hay sanidad para todo aquel que quiera tomarla...


Quisiera que tan sólo este escrito sea continuado con cada experiencia del que lo lee, y que juntos construyamos un gran libro que trate de Él, que trate de su gracia y de cuánto nos ha liberado. Es nuestro tiempo, nuestro tiempo de restauración... Estoy contento!!! Dios ya me había dicho una vez: "Yo te pondré entre los grandes", y creo que ya está comenzando.


Es el tiempo de mi generación, es el tiempo de dejar de pensar en el pasado y seamos capaces de ser hombres y mujeres de fe que vean más allá de sus capacidades y de sus recursos. Generación que no transmita los fracasos del pasado, sino que traspase los sueños del futuro, que no se construyen con falsas promesas de un cielo eterno, sino que comienza en el día a día, hasta que estemos con Él. Generación que sepa avivar a los suyos, que sepa ayudar a los devalidos, que sepa construir con el amor y la sanidad del Padre.


Sueño con que mi generación haga historia... Y delante de nosotros la bandera del gozo y la restauración de Dios.

23 de agosto de 2007

Tú das uno y él dará tres


Viví pensando que Dios me castigaría por todo lo malo que hacía... Vivía atrapado a una mentalidad de "hacer para obtener". Mis preguntas a veces bordeaban la desesperación al ver que mis intenciones de portarme bien con mis padres no resultaban. Infinitas horas dando vueltas a cómo hacer para ser mejor cristiano... Quizás esos eran simples pensamientos de niño-adolescente. A veces lo que los padres ignoran es que existe una cierta edad en que absorbemos todo de ellos, y si nos dicen algo de nosotros, todo lo creemos. Somos niños... receptores de todo...


Viví actuando por lograr que Dios me diera algo de Él: quizás algún don, y me propuse esforzarme con tal de que Él viera mi vida y se agradara de mí. Entonces todo giraba en torno a lo que yo podía hacer con mi vida, mientras pedía ayuda a Dios sin pedirle que me mostrara Su verdadero corazón.


Era de suponerse que cualquier error iba a ser pagado de alguna manera y que la gran espalda de Dios estaría contra mí. Eso estaba lejos de ser real. Una vez leí algo que me llamó mucho la atención: "Cuando tú das un paso hacia el Padre, Él dará tres hacia ti". Precisamente está más interesado en nuestras vidas que nosotros en la suya. Que extraño suena eso... Y pensar que viví atrapado en una mentalidad en la cual Dios no me aceptaba tal cual soy. Eso me liberó de traumas del pasado y me ayudó a perdonarme a mí mismo.


Por eso estoy convencido más aún de que el amor del Padre es suficiente para mí... La vida eterna empezó justo cuando él decidió empezar el plan conmigo. Y que ahora agradezco todo lo que he vivido con tal de tocar Su corazón y de verlo alegre cuando le canto mis canciones o escribo sobre Él. En él no hay límites, en él no hay más que ganas de restaurarlo todo.

17 de agosto de 2007

¿Quién soy?

En el colegio recuerdo que una vez nos hicieron esta pregunta. La respuesta a este cuestionamiento es la llamada "identidad". A medida que pasa el tiempo, me doy cuenta que este tema es más profundo de lo que pensaba. ¿De qué manera la autoimagen tiene repercusión en lo que hacemos y decidimos? ¿De qué manera la identidad gobierna nuestra esencia de personas?

Un padre puede dañar la identidad del hijo fácilmente... Tan fácilmente que tiene el poder atar el futuro de ese niño. ¿Cómo la ata? La respuesta se haya en las conductas de cobardía, de baja autoestima y de deseo de demostrar a todos cuán capaz se es.

Dios está dispuesto a sanar nuestra identidad y a llevarnos hacia dónde menos pensamos. Quizás existe un solo requisito: dejarse llevar por Él. Se ve tan simple... lo he orado, lo he anhelado, pero cuando llega el momento de decidir, al parecer los gustos personales y los intereses han podido más. Para que Dios nos sane completamente y nos enseñe quiénes somos y lo que somos capaces de hacer, debemos vaciarnos de nuestros propios conceptos acerca de nosotros mismos. Ese "yo no puedo" que gobierna nuestros pensamientos, como un fantasma que aparece cada vez que queremos emprender algo, debe ser dejado ante Él.

La mejor respuesta a la pregunta del título es la que el Señor nos pueda dar... Si Él dice que yo puedo, entonces yo puedo. Si dice que Él es mi más grande admirador y que goza al ver mis avances, entonces podemos disfrutar de lo que piensa de nosotros. Si estamos en dificultad y Él dice que estará con nosotros, entonces podemos tener fe y seguir caminando.

La mejor respuesta a mi interrogante es la que Sus labios puedan articular. Mmmm, sólo ahí tiene sentido lo que hace ya miles de años se nos ha predicado...

"La verdadera diferencia entre un cristiano y un "cristiano" es una experiencia viva contigo... Nada hay como eso, no hay nadie como tú. Con tu sanidad has reconstruido ladrillo a ladrillo la identidad que un día se vino abajo. Con tu sanidad he preferido dejar de lado lo que yo pienso que es lo correcto y lo más cómodo para mí, y buscar lo que tú crees que es correcto y lo mejor para mí, aunque me sienta incómodo. Con tu sanidad he aprendido a amar y a renunciar a mí mismo... Con tu sanidad, palabra a palabra he leído lo que has escrito acerca de mí. Poco a poco he leído el libro con el cual te inspiraste a crearme un día y a permitir que pasara todo lo que pasé con el propósito de atraerme hacia a ti y a decirme todo lo que soy capaz. Con tu sanidad, has contraargumentado mi autoimagen, y has construido capítulos enteros de lo que piensas de mí... Aún sigo leyendo, aunque a veces no logro entender...

Amén"

13 de agosto de 2007

Que me halle trabajando


Frecuentemente he escuchado la expresión: "Cristo viene pronto". La condición actual del mundo e incluso de la misma iglesia hace llegar a tal conclusión. Y me llama la atención que esa sola expresión traiga consigo un desgano tan grande... Es como que si se estuviera por cerrar la fábrica y se comenzaran a guardar todos los materiales, y se estuvieran dando los finiquitos de los empleados... Y todos los trabajadores se van yendo a descansar a sus casas a "esperar que Cristo venga".

Mmmm, eso me da que pensar. Porque si viniera el jefe de la fábrica, yo quisiera que me hallara trabajando de manera que al venir a mí, yo le pueda decir todo lo que produje con todos los insumos que me dejó. Eso, utilizando un lenguaje figurado. No hay mucho que agregar: si Cristo viene o no, quiero que me halle trabajando en el propósito que me dio, y no esperando de brazos cruzados a ver si se ve alguna señal en los cielos. Para mí tal expresión me urgiría más a buscar formas y estrategias que logren captar la atención de una sociedad que necesita de Dios.

La fábrica esta recibiendo postulantes... Postulantes con pasión por Dios y compasión por las personas.

8 de agosto de 2007

Antes de tocar tierra firme, están sus brazos


Siempre veía la incomodidad de estar en la mitad de un proceso largo que como persona he pasado. Muchas veces le dije a Dios que estaba cansado de mi realidad, de no poder calzar en ningún lado, de no sentirme realizado en ningún lugar. Era como estar volando sin tocar tierra firme...


Pero hoy... mientras le cantaba una canción, de pronto comencé a cantar una canción que hablaba de cómo un niño pequeño desea alcanzar los brazos de su padre. Eso lo hacen sin temor de no tocar el suelo firme... El niño desea los brazos de su padre para estar seguro, y dependiendo de él... No sentirnos plenos es doloroso, se sufre, es incómodo... Pero hay algo más: es la mejor oportunidad de clamar con un grito interior al Padre.


¿Acaso cambiarán las circunstancias? Yo creo que no... Pero si estarán los brazos de Él esperándonos. Y yo creo eso... yo creo en el que me sanó, en el que me levanta el ánimo día a día.


Yo quiero ser como esos niños que desean ver más alto, y aunque no toque tierra firme, pueda alzar los brazos y pedir que Dios me levante otra vez y me permita salir de la realidad en que estoy viviendo. Mi canción hoy fue libre, hoy fue queriendo depender de Él.


Has pasado la dificultad de sentirte incómodo??? Antes de llegar a tierra firme, debes experimentar la altura de los brazos del Padre. ¿Deseas ser llevado en brazos y cantando esta misma canción?

4 de agosto de 2007

Oración


"Yo quisiera entender lo que sucede a mi alrededor... Lo que sucede en mi familia... Quisiera hacer muchas cosas... Pero por sobre todo, creo que hoy será la oración más sencilla que alguna vez haya podido hacerte: me rindo. Creo que he luchado mucho tiempo tratando de solucionar los problemas de mi familia, y nada he logrado. No puedo decir: he luchado y he vencido, porque sería mentirme a mí mismo... Rindo mis esperanzas, mis imposibles, mis responsabilidades... te entrego las vidas de mis hermanos menores, de mis padres... y todo lo que siento por ellos. Rindo mis pensamientos de melancolía con los que lucho cada día, para no perder la victoria en un medio que me lleva a pensar en derrotas y frustraciones. Sólo deseo ser aquel que logre inspirarte a sonreír, aquel que oye tu voz y te sigue sin poner límites en las formas, en los estilos o en las apariencias. Ayúdame!"

La cultura del balcón

Algunos gritaban por allá. Los de acá aplaudían y gritaban. "Llévense a la vieja loca", se escuchaba por ahí. Desde muchos balcone...