26 de mayo de 2014

Oración

"Esta vez oraré de la mejor manera que sé: escribiendo. No oraré como usualmente lo hago, ni tampoco pensando en otros afanes como comúnmente lo hago mientras oro, es decir, pensando en lo que me pasó, en cómo lo haré y cómo planificar la solución de un problema.
Cuando uno está acostumbrado a tomar decisiones en pro de lo mejor para la empresa, para el empleador o para el cliente/usuario/paciente, nos cuesta despojarnos del control... nos cuesta desprendernos de aquello que a ti te pertenece, es decir, nuestras preocupaciones y temores. Tú lo dices en innumerables ocasiones en tu palabra: no se afanen, no estén en ansiosa espera... Sin embargo, nos cuesta tanto...

Cuando estamos acostumbrados a sufrir solos, nos quedamos más solos que antes del dolor... Por eso hoy vengo a rendirme, a rendirte los conflictos interpersonales, a rendirte los temores que se han hecho realidad y otros que sólo eran una imagen fantasiosa que no han tenido asidero en mi realidad. Señor, si quieres puedes ayudarme y limpiarme de toda mala intención, de toda impiedad, de toda falta de amor.

Cuando estamos acostumbrados a ser evaluados por un superior, vivimos como si debiéramos ser aprobados en todo, sin margen de error y pensando que todo debe ser perfecto. Muchas veces a la primera falla, el entorno nos valora mal y hasta nos catalogan de mala manera. Vengo a rendir mi aprobación frente a quienes me rodean y rindo mis temores respecto a lo que otros digan de mí. Gracias porque ya estoy aprobado en Jesucristo; en su sangre ganamos el bono de mérito, el ascenso como hijos tuyos y la gracia del mayor de los jefes.

Cuando estamos acostumbrados a no generar conflictos, estar en medio de uno de ellos nos parece lo más caótico que nos ha pasado. Sin embargo, en medio del conflicto tu paz se manifiesta y tu fidelidad se hace patente. Es en medio del conflicto y la escasez, cuando todo parece fallar o carecer de sentido, que tu gracia nos llama a volvernos a ti, rindiendo nuestra armas, estrategias, planes de trabajo, etc... todo aquello que nos ata a nuestro propio control, egoísmo y autosuficiencia.

Ayúdame, Señor, a estar más acostumbrado a adorarte que a autocompadecerme. Ayúdame a no mirarme tanto a mí mismo como para enorgullecerme y tampoco mirarme en menos como para perder mi valor. Más bien atráeme de nuevo hacia ti y revélate de nuevo en medio del conflicto, descúbreme otra parte de tu naturaleza para poder conocerte más, y amarte más, y depender más de ti. Amén"

1 de mayo de 2014

Amar a quien no es digno

Hace ya algunas semanas he estado viviendo una etapa muy dura en lo laboral. Ha habido muchos roces con otras personas, especialmente las que tengo a cargo. No es fácil liderar un equipo, dado que cada uno tiene ideas diferentes de cómo llevar a cabo el trabajo y cada uno aborda los desafíos, conflictos y noticias de diferente manera. Algunos son optimistas y, a pesar de la frustración que a veces puedan sentir, se sobreponen y siguen adelante; otros, en cambio, tienen dificultades con superar los conflictos, se quedan pegados en un episodio y no olvidan... Pienso que ese tipo de personalidad es el que más me ha costado manejar, porque sin importar toda la motivación que se le pueda dar, se acuerda de los errores del pasado o culpa a otros de ser la causa de sus propios errores.

Le he pedido a Dios sabiduría para enfrentar estas situaciones con valor y no temor. Valor para poner límites. Valor para motivar. Valor para levantarme cada mañana y motivarme a mí mismo. Valor para vivir entre esa tensión y distensión que vivimos diariamente...

Esta vez les pido oración por mí.. para enfrentar... para no esconderme de los problemas... para saber responder sabiamente... para amar a quien tal vez no es digno.

La cultura del balcón

Algunos gritaban por allá. Los de acá aplaudían y gritaban. "Llévense a la vieja loca", se escuchaba por ahí. Desde muchos balcone...