25 de enero de 2018

Oración de un 05-11-2016 titulada: "No huiré"

No huiré, aquí me quedaré
Aunque me inunde la angustia y la desesperanza.
No huiré, aquí estaré
Aunque alrededor vea que todo cae
y mi mundo interno se desmorona.
No huiré, permaneceré.
Angustiado y herido vendré.
Aunque sea necesario humillarme
y volver a cero.
Volver a destruir todo lo construido
para afirmar los cimientos.
No huiré, aquí estaré.
Aunque todo se vuelva frío al principio
Me volveré de todo corazón a ti.
Evitaré culpar al mundo de mis desgracias
Sobre mis pies estaré y asumiré.
Como hombre
No como niño
No huiré como los niños
Aquí quedaré... aunque el viento sople fuerte
y quiera desplomarme.
No huiré y te expondré mi corazón
Herido y angustiado estoy
Pero anhelante de ser sanado.
Aunque duela.
Aunque en el proceso sangre
Aunque ya no haya más anestesia que poner
Todas tus olas y tus ondas
han pasado sobre mí.

No huiré, aquí estaré
hasta escuchar tu voz y tu voluntad
No perseguiré culpables en mi mente
Ni volveré a ser igual después de esto.
Me quedaré. No renegaré
Aunque haya querido morir.
Aunque dentro de un auto haya deseado morir
No cobraré represalias. No.
Como hombre me quedaré aquí.
Por eso busco de todo corazón tu presencia
Busco el consuelo que viene de ti
y la palabra que me afirme.

No huiré, aunque se derrumbe el mundo otra vez
y los cimientos de lo construido tiemble
y las rocas de las que me afirmé sean removidas
y caiga todo aquello de lo cual me afirmé
y que no eras tú.
Vendré a ti de nuevo sin nada que reclamar.
Callaré. Lloraré en alta voz. Clamaré.
Y aunque patalee como un niño, me quedaré
Porque eso es ser hombre..
No abortar la misión y anhelar ser como Cristo.

Llévame a tus atrios otra vez.
Para no huir más de mi mismo y del mundo.
Para no quedarme en palabras y sí en acciones.
Aunque la angustia esté patente
Pasará.
Veré todo aquello que planeaste para mi vida.
Veré el propósito.
Y luego me veré a mí, que ya no soy el mismo.
Que luego de cerradas las heridas, permanecí.
Y al permanecer, tú me premiarás con  la victoria.
Me premiarás por la constancia y por el hecho de querer.
Por exponerme a tus manos de alfarero
para romper todo lo antiguo,
para demoler los cimientos que no hiciste tú.

Aquí estaré, no huiré.
Lucharé por lo que me has dado contra el diablo.
No me arrebatará el monte que conquisté.
Lucharé aunque cueste tiempo y todas mis energías
Y aunque a veces dude.
Seguiré trabajando.
Seguiré buscando tu nombre.
Seguiré amando.
Seguiré siendo sanado.

2 de enero de 2018

Nueva capacidad de soñar

Desde muy pequeño hubo una gran pregunta en mi vida: ¿Habrá algo imposible para Dios? Cada vez que no funcionaba algo, esa pregunta parecía ser respondida positivamente, es decir, había cosas imposibles para Dios. Habían temas en donde Dios no intervenía.

El libro de Eclesiastés cita lo siguiente: "Todo tiene su momento oportuno; hay un tiempo para todo lo que se hace bajo el cielo". Hace dos años le estaba pidiendo a Dios por un proyecto que quería lograr y que era difícil conseguir. Postulé y la primera vez no resultó; me desanimé, pero algo me dijo que debía seguir insistiendo. Postulé al siguiente año y fue lo mejor que Dios me pudo haber dado, en el momento exacto. Entonces entendí que para Dios no hay nada imposible y que debía seguir insistiendo y conectándome con él, de tal manera que, en la medida que lo buscara, iba a pedir lo que él anhelaba. 

Mi última publicación se refería a la pregunta que le hice a mi mamá sobre el cajón de manzanas. Claramente Dios podía hacerlo aparecer en el instante que se lo pidiera, pero Él quiere darle un propósito para glorificarse. ¿Cuál es tu imposible en este momento? ¿Una enfermedad? ¿Una crisis matrimonial o un divorcio inminente? ¿Una crisis financiera? Lo pregunto porque Dios quiere glorificarse en la forma y tiempo que él quiera. Sólo debemos disponernos en sus manos y morir a nuestro orgullo.

Preséntale ese imposible a Dios y él se encargará a su tiempo y de las maneras que sólo él sabe. Mientras tanto, sueña, emprende, lucha, no desmayes, vuelve a luchar, no te compares, lucha, ora e intercede. Y ese milagro sucederá...

La cultura del balcón

Algunos gritaban por allá. Los de acá aplaudían y gritaban. "Llévense a la vieja loca", se escuchaba por ahí. Desde muchos balcone...