2 de noviembre de 2018

Esto aprendí

Esto aprendí últimamente:

- Hay gente amargada que no va a cambiar porque uno converse eternamente con ellas.
- Hay gente que vive sin mayores motivaciones y liderar es tratar de influir pero no cambiar a nadie
- Hay gente que se queja por todo. Evítala.
- Hay gente floja y mediocre que busca excusas para no trabajar. Aléjate o aléjalas.
- Hay gente poco honesta. No trates de analizarla ni de justificar su actuar.
- Hay gente que no tiene los mismos sueños que uno. No intentes hacer lo que ellos quieran. No trates de agradarles para que se sumen a ti.
- No trates de caer bien donde no hay un buen ambiente donde hacerlo.
- Trae alegría cuando los contextos lo ameriten, no cuando quieras figurar o cuando quieras ser aceptado.
- No intentes forzar nada. Las cosas forzadas sólo acarrean frustración.
- No intentes sacarle información a quién se nota que no quiere darla. Si no son sinceros en lo cotidiano, no esperes que lo sean en las cosas profundas.
- No busques agradar a la gente como si ese fuera tu único objetivo.
- Aléjate de las personas que opacan quien eres o te hacen sentir menos.
- Buscar la paz con todos, pero a veces para lograr la paz, es necesario enfrentar a las personas y mostrar las discrepancias.
- No busques nada porque los demás lo buscan. En realidad, confía en Dios aunque no sea lo más popular.
- No permitas que nadie te humille por tus debilidades.
- Muéstrate tal como eres pero cuida tu corazón; no lo expongas sin causa porque en otros momentos, las personas en quienes confiaste, dejarán de ser amigos.
- Pon a prueba la amistad. La verdadera amistad no se quiebra fácil.
- No intentes hacer amigos cuando las personas sólo quieren pasar el rato o divertirse.
- Mantente al lado de quienes destacan tus logros y no de quienes te humillan por tus defectos y debilidades.
- Acepta la crítica tal como viene, pero discierne de quien viene. Podrías ganar mucho si la crítica viene desde el amor.
- Si alguien te critica para destruirte, analiza lo que te dicen y ponlo a prueba. Sólo así podrás saber si tenía razón o lo hacía sólo para escudarse.
- Hay gente de la cual conviene alejarse y otras a quienes conviene acercarse para tener éxito en la vida.
- En el trabajo, trabaja duro, pero no te pierdas en él. Puedes perder tu tiempo, energía e incluso la calidad de la familia sólo por tratar de cumplir o quedar bien con tu jefe.
- Siempre da todo lo mejor de ti, pero nunca permitas que la razón para darlo todo se convierta en tu ídolo. Sin duda, eso hará que te desgastes y termines odiando el trabajo y a quienes trabajan contigo.
- Si alguien te miente en la cara y actúa hipócritamente, no pierdas el tiempo sufriendo por esa persona. Nadie merece humillarse a causa de una persona deshonesta.
- No escondas nada de lo que haces, porque si es turbio, terminarás en la ruina y será evidente a todos.
- Si haces algo turbio, siempre estás a tiempo de enmendarlo. No te tardes porque mientras más tiempo pasa, todo se enreda más y mucha gente resulta dañada.
- Evita a todo tipo de personas prepotentes porque terminarás haciendo lo mismo.
- Si alguien te humilla, no calles. Alza la voz y escoge no permitir a la persona que pase ciertos límites.
- Ámate a ti mismo.
- Muéstrate humilde cuando tengas éxito. El éxito y el dinero muestran la verdadera dimensión del corazón. Si eres altanero, el éxito y el dinero lo revelarán.
- Muéstrate amante de lo que haces y que nadie pisotee tus sueños. Tus sueños te dan vida.
- Únete en amistad o en pareja con quien comparte tus valores y proyectos. Con cualquiera puedes irte a la cama y hundir tu vida para siempre.
- Si cometes un error, ve pronto a confesarlo. Mientras más guardas, más tiempo pasa y menos tiempo para enmendar el daño.
- Cura a quienes has herido: asume tu responsabilidad, hazte cargo de las consecuencias, pide perdón y aprende de la situación.
- No pierdas tanto tiempo en explicar lo que otros hacen. Más bien enfréntalos si te han dañado y, si no asumen su responsabilidad, no te desgastes en convencerlos.
- Perdona rápido a quienes te ofenden con cosas pequeñas. Si no perdonas, cada cosa pequeña hará que se agrande la bola de nieve que después no podrás frenar.
- No te proyectes en pareja con una mujer u hombre que te opaca porque terminarás creyendo sus palabras y destruyendo tu valor.
- Aléjate de quienes te aconsejan rebelarte contra tus convicciones.
- Es fácil aconsejar desde afuera, pero muy difícil actual en el momento de enfrentar situaciones difíciles.
- El dolor no se cura con más dolor ni con venganza; se cura con amor verdadero.
- La reconciliación es siempre el mejor remedio, pero depende de dos: si una de las partes no quiere, aléjate y no pierdas tiempo en convencerlo porque amarrarás tus emociones a esa persona y hará lo que quiera contigo.
- No caigas en el juego de la manipulación. Más bien huye de quienes prometen y nada cumplen.
- No puedes cambiar a una persona por el simple hecho de que esté contigo. Cambiar siempre es una decisión personal del corazón.
- Si alguien es bueno contigo, merece tu respeto. No lo hagas caer porque sufrirás las consecuencias en tu propia vida.
- Si hoy no enfrentas tus fracasos y temores, pronto te enfrentarás nuevamente a un conflictos que no sabrás cómo resolver.
- Resuelve tus temas pendientes con todos. Si no lo haces, te encerrarás en la amargura y en la inseguridad. Perderás años preciosos de tu vida sin saber qué hacer y dañando a muchos alrededor.
- Aprende a distinguir el buen consejo de tus padres. Pueden ser duros a veces pero esconden palabras valiosas para evitar que caigas como un incauto.
- Valora el esfuerzo de tus padres. No asumas que sólo es su responsabilidad, porque hay sudor y lágrimas detrás de ti.
- Si vives escondiéndote y mintiendo, no caerás de inmediato, pero acumularás un hábito que será difícil de quitar y alejará de ti a la gente que te quiere ayudar.
- Acepta la ayuda con humildad. No digas "déjame solo" cuando ni siquiera sabes si serás capaz.
- Ser humilde no significa humillarse. Significa tener el valor que a cada uno corresponde, ni más ni menos.
- Los verdaderos amigos te aconsejarán de forma dura a veces, pero permanecerán fieles aunque te caigas.
- No son verdaderos amigos sólo los que te llevan a fiestas o te hacen reír. Un verdadero amigo se da el tiempo de conocerte y no se aleja cuando las cosas van mal.
- Deja ir a quienes te han dañado. Quedarse pegado en el dolor no deja que la herida cicatrice ni que puedas perdonar.
- No analices tanto el actuar de las personas malvadas. Ora por ellas porque Dios puede transformarlas y no tú. No sufras de más por alguien que no quiere cambiar.
- Si quien te dañó termina sufriendo, no te alegres de su dolor. Más bien entiende que te podría pasar lo mismo si no sigues el consejo.
- Ser sabio no significa ser santo. Aprende de tus errores y no repitas lo que a ti te hicieron.
- Dañar a otros del mismo modo que a ti te dañaron, significa que no aprendiste nada y que tu autoconcepto es pobre.
- Si eres porfiado cuando todo el mundo te aconseja algo, caerás en un precipicio del cual no podrás salir en mucho tiempo.
- Si te das cuenta de tu error, apresúrate a reparar lo que has dañado.
- No te expongas al rechazo gratuitamente. Cuida tu corazón, valora tus principios y no dejes que nadie pisotee tu valor.
- Sé valiente a pesar del temor. Defiende lo que es tuyo con todas tus fuerzas, para que nadie te quite lo que has logrado con dolor y esfuerzo.
- Des-aprende lo que no te trae buenos resultados.
- Ir a la cama con cualquiera es fácil. El placer puede ser muy grande y enceguecedor, pero allí no se encuentra un proyecto de vida a largo plazo.
- Si crees que pensar en tu futuro es gracioso, terminarás en la ruina en pocos años.
- Identificar a los verdaderos amigos es un tesoro que nadie te podrá quitar.
- Cuando los padres son muy estrictos, producen hijos rebeldes.
- Cuando los padres sobreprotegen a sus hijos, crean hijos cómodos que sienten que merecen todo sin esfuerzo.
- Cuando un padre es muy legalista, expone a su hijo a alejarse de Dios fácilmente.
- Cuando los padres son muy preocupados, crean hijos que esconderán todo de ellos.
- Cuando tu hijo te confiese un error, no lo trates agresivamente. Si lo haces una vez, nunca más te contará lo que le pasa y perderás su confianza.
- Si dañas a tu hijo, pídele perdón. Así le estarás enseñando el valor de ser humilde y sabrá que te puedes equivocar.
- El amor cura el dolor. No cures tu dolor con más alcohol o sexo. Eso te dará mucho placer pero será corto y te hundirá nuevamente en el vacío.
- Si alejas a quienes te aman, te terminarás rodeando de gente necia.
- Si te comparas mucho con otros, destruyes tu propia vida. No te compares con otros para esconder tu inseguridad; eso te pasará la cuenta y terminarás más vacío que al principio.
- Si rechazas a tu familia cuando trata de ayudarte, terminarás en una soledad que los amigos no podrán llenar.
- Al trabajo se va a trabajar y no a formar amigos.
- Si tienes amigos en el trabajo, no hables mal de ellos. Defiéndelos si han hecho bien y confróntalos si se equivocan.
- Si siembras en las personas, cosecharás mucho más que con el dinero.
- No justifiques la maldad de otros aludiendo a su difícil historia de vida. Si los criaron mal o han sufrido en su vida, no tienes por qué ser tú el depósito de su veneno.
- Pon cercos grandes al daño de otros.
- Si acumulas rencor, te convertirás en las personas que odias.
- Si dejas ir el rencor y perdonas, correrás sin peso.

28 de octubre de 2018

No trates de interpretar lo que no entiendes

Hoy escuché lo que titula esta reflexión. No tratar de interpretar es lo que más me cuesta por lejos. Tratar de explicar lo que la gente hace es sinceramente lo más difícil que he tratado de superar. Es como una adicción por tratar de quedar tranquilo con que todo lo hice bien y, a la vez, explicar el porqué la gente alrededor actúa como lo hace.

Dios nos llama a poner nuestra atención en él, más allá de lo que podamos entender. Lo imagino como un árbol. Hay circunstancias externas que pueden dañarlo: viento, incendios, escasez de agua, lluvia, animales que se suben en él, calor del sol, personas que vienen y lo talan, etc. ¿Puede el árbol controlar lo que pasa afuera? ¿Puede el árbol por más que junte nutrientes, frenar un incendio o hacer que llueva más? A todas luces, la respuesta parece lógica: no. Sin embargo, por muchos años he vivido tratando de controlar todo lo externo, como si mi tronco por sí solo pudiera evitar el daño que viene de afuera.

Si tuviera que aconsejar a un árbol, le diría que se preocupara más de alimentarse bien y, así, ser fuerte frente a los vientos externos, por ejemplo. Tal vez eso es lo que el Señor nos llama a hacer, es decir, no mirar tanto a las cosas que nos puedan dañar afuera, sino fortalecer el carácter y tener la valentía para enfrentar esas circunstancias. A veces Dios evitará el incendio, el viento y la lluvia. Otras veces guardará silencio frente al daño que otros nos hacen, para sacar lo mejor de nosotros.

¿Dónde poner la mirada entonces? En la raíz. Sanar la raíz es la clave para que el árbol aguante los cambios del clima y las circunstancias adversas. La promesa de Dios es que no nos dejará a pesar de las circunstancias. A veces habrá milagros, en otras silencio, en otras destrucción, pero todo hará que el árbol crezca fuerte y preparado para batallar todo los cambios y ataques externos.

16 de septiembre de 2018

Acaba un tiempo

Hay un tiempo para todo. Para estar alegre y para estar triste. Temporadas donde todo sale bien; temporadas donde todo sale mal. Temporadas de lluvia y tormentas; temporadas de sol y paz. Ambas son necesarias para el crecimiento y la reinvención personal. Dios tiene un tiempo para todo. Se mantiene como un ancla constante en el proceso y marca las temporadas con su voluntad. Nada se escapa de su control, ni los vientos ni las gotas de la tempestad. Nada de lo que sentimos le es indiferente, nada de lo que hacemos lo deja impávido. Las temporadas traen la madurez para escucharlo y aprender a conocer quién es el que siempre nos ha llamado.

Tiempos de pelea y tiempos de reconciliación. Tiempos de aborrecer y tiempos de perdón. Tiempos de humillación y de autoridad. Tiempos de incertidumbre y tiempos de seguridad. Tiempos de dolor y tiempos de curación. Nada se escapa, ni ahora ni nunca. Así como todo da vueltas y se da vuelta, nada escapa de su plan para nuestras vidas. Lo hará ahora o lo mañana o pasado mañana. La clave es permanecer creyendo... y, finalmente, volver a verlo en pleno, con su esplendor poderoso y sus brazos fuertes que vitorean por nosotros.

11 de julio de 2018

Exceso de mí

"Señor, mi corazón no es orgulloso,
    ni son altivos mis ojos;
no busco grandezas desmedidas,
    ni proezas que excedan a mis fuerzas.

Todo lo contrario:
    he calmado y aquietado mis ansias.
Soy como un niño recién amamantado en el regazo de su madre.
    ¡Mi alma es como un niño recién amamantado!" (Salmo 131:1-2)

El salmista menciona el orgullo, altivez, deseos de cumplir proezas que excedan nuestras fuerzas. Todo eso aflora en muchos de nuestros planes (orgullo, mirar en menos a otros y lograr más que los demás aunque eso desgaste nuestras fuerzas). Sin embargo, el salmista menciona el remedio para todo eso: aquietar las ansias y volver a la dependencia de un niño. ¿Cómo está un niño recién amamantado? Satisfecho y listo para reposar. ¿Cómo somos como niños? Calmando la ansiedad, dejando el orgullo y acercándonos al Padre que nos trae descanso.

¿Han anhelado cosas que exceden sus fuerzas? ¿Han mirado a otros en menos? ¿Han creído que trabajando ansiosamente lograrán controlar todo? El salmista hace algo que nos libera de todo eso: calmarse, aquietar las ansias. Sólo así disfrutamos el alimento de parte del Señor, lo cual nos nutre y nos cobija como lo hace una madre.

25 de marzo de 2018

Saber confiar

Aprender a confiar implica un proceso de selección importante porque no todas las personas están capacitadas para recibir secretos o acompañar en los procesos. Obviamente la tentación es grande en no querer confiar en nadie, pero eso, a la larga, es una bomba de tiempo para nosotros mismos, pues necesitamos de los demás, sean familia o amigos.

Aprender a confiar también tiene mucho de perdón, porque todos fallamos. A veces damos consejos sin empatía, a veces abandonamos, a veces traicionamos, etc. Lo que nos hace volver al camino de recobrar confianzas no es el hecho de nunca fallar (eso sería imposible). Lo que nos hace volver es el pedir perdón y cambiar de actitud.


10 de marzo de 2018

Señor, rompe el hielo

Esta oración la hice un 3 de julio del 2011 y me hace mucho sentido casi 7 años después. Se las comparto.

 __________________________________________________________________________

"Querido Dios:
Hoy nos acercamos a ti con un corazón sincero, como el que se acerca sin poder ocultar nada delante de ti. Te seguimos esperando... a pesar de ver a nuestro alrededor circunstancias difíciles a momentos, o caos financieros. Confiamos en ti aunque se remueva la tierra y reine la inestabilidad... Creemos en ti, aunque todo diga que no es necesario creer y que cualquier verdad sirve para llegar a la felicidad.

Hoy oro por aquellos que te anhelan sin obtener respuesta a sus oraciones. Por aquellos que sufren en silencio sin ver soluciones. Por aquellos que siguen esperando fielmente en aquel que puede salvarles de su realidad. Por aquellos que te siguen amando aunque no vean nada bueno alrededor. Ellos te anhelan, Dios... Revélate de nuevo para que te busquen por lo que eres y no por lo que le puedes entregar. Y cuando te reveles, muéstrales tu poder a través de las circunstancias, de tal manera que vean que eres un Dios que todo lo puede y que nada hay difícil para ti. De hecho, eres un Dios de milagros e imposibles. Háblanos de nuevo y rompe el hielo que por tanto tiempo ha ido enfriando nuestros corazones y ha congelado nuestra fe hasta conformarnos con poco..."

5 de marzo de 2018

El milagro hecho realidad

Cuando Lázaro salió de la tumba, parecía una fantasía. Todos llorando, incluido Jesús. ¿Cómo, siendo su amigo, no pudo llegar a sanarlo antes?. ¿Cómo no supo sobre la gravedad de la enfermedad de su amigo? 2Si hubieras estado aquí"... Todo aquello pensó o dijo la gente alrededor de Jesús. Sin embargo, cuando llegó Jesús a la ciudad donde vivía Lázaro, declaró una palabra profética a Marta: "Tu hermano recusitará". Incluida esa palabra, no le creyeron. No lo vieron como algo posible en sus mentes. Recurrección cuando se acabara el mundo, obvio que sí, pero ¿ahora mismo? Era algo tan impensado...

Muchos milagros ocurren primero desde la palabra profética del Señor. Él dice lo que hará y, entre medio, se confronta nuestra propia fe, convicciones, teología, etc. Nos damos cuenta de cuántos argumentos que parecen espirituales, ponemos primero antes de creer. Sin embargo, Jesús hace igual el milagro. Lo que él espera es que creamos antes de ver porque él mismo expresa: "¿No te he dicho que si crees verás la gloria de Dios?" Y luego de creer, nos pide que quitemos la piedra, es decir, asumamos el riesgo de creer y colaborar con lo que él quiere. No nos pide que hagamos el milagro, sólo que le demos el escenario donde actuar. Desde allí, de nuestra pequeña fe, él puede hacer cosas grandes que nos parecen impensadas. Sé que así va a ser de mi vida dentro de no mucho tiempo. Le pido a Dios el valor para correr la piedra y mi vida puede ser un escenario para su gloria.

Renovarse

Renovarse en la vida es un proceso interno que cada uno tiene que realizar. A veces de manera intencionada, otras veces obligados o empujados por las circunstancias, todos en algún momento nos vemos en esa imperiosa necesidad de un cambio.
Renovarse nunca ha dependido de otra persona, de lo contrario, viviríamos dependiendo de otros en cuanto a nuestras propias decisiones y voluntad. Eso no es sano desde ningún punto de vista.
Renovarse implica saltar la barrera de lo que otros opinen o de los propios paradigmas que uno tiene. Es, en resumidas cuentas, un riesgo del cual no sabemos resultados pero que sí que es necesario.

Algunas personas se pegan en una etapa de la cual no pueden salir. No abren sus mentes a otras fuentes por medio de las cuales Dios puede traer alegría y paz. Quizás para salir de esa etapa, seamos desafiados a salir de nuestra zona de confort y de todo aquello que nos ata al pasado.

25 de enero de 2018

Oración de un 05-11-2016 titulada: "No huiré"

No huiré, aquí me quedaré
Aunque me inunde la angustia y la desesperanza.
No huiré, aquí estaré
Aunque alrededor vea que todo cae
y mi mundo interno se desmorona.
No huiré, permaneceré.
Angustiado y herido vendré.
Aunque sea necesario humillarme
y volver a cero.
Volver a destruir todo lo construido
para afirmar los cimientos.
No huiré, aquí estaré.
Aunque todo se vuelva frío al principio
Me volveré de todo corazón a ti.
Evitaré culpar al mundo de mis desgracias
Sobre mis pies estaré y asumiré.
Como hombre
No como niño
No huiré como los niños
Aquí quedaré... aunque el viento sople fuerte
y quiera desplomarme.
No huiré y te expondré mi corazón
Herido y angustiado estoy
Pero anhelante de ser sanado.
Aunque duela.
Aunque en el proceso sangre
Aunque ya no haya más anestesia que poner
Todas tus olas y tus ondas
han pasado sobre mí.

No huiré, aquí estaré
hasta escuchar tu voz y tu voluntad
No perseguiré culpables en mi mente
Ni volveré a ser igual después de esto.
Me quedaré. No renegaré
Aunque haya querido morir.
Aunque dentro de un auto haya deseado morir
No cobraré represalias. No.
Como hombre me quedaré aquí.
Por eso busco de todo corazón tu presencia
Busco el consuelo que viene de ti
y la palabra que me afirme.

No huiré, aunque se derrumbe el mundo otra vez
y los cimientos de lo construido tiemble
y las rocas de las que me afirmé sean removidas
y caiga todo aquello de lo cual me afirmé
y que no eras tú.
Vendré a ti de nuevo sin nada que reclamar.
Callaré. Lloraré en alta voz. Clamaré.
Y aunque patalee como un niño, me quedaré
Porque eso es ser hombre..
No abortar la misión y anhelar ser como Cristo.

Llévame a tus atrios otra vez.
Para no huir más de mi mismo y del mundo.
Para no quedarme en palabras y sí en acciones.
Aunque la angustia esté patente
Pasará.
Veré todo aquello que planeaste para mi vida.
Veré el propósito.
Y luego me veré a mí, que ya no soy el mismo.
Que luego de cerradas las heridas, permanecí.
Y al permanecer, tú me premiarás con  la victoria.
Me premiarás por la constancia y por el hecho de querer.
Por exponerme a tus manos de alfarero
para romper todo lo antiguo,
para demoler los cimientos que no hiciste tú.

Aquí estaré, no huiré.
Lucharé por lo que me has dado contra el diablo.
No me arrebatará el monte que conquisté.
Lucharé aunque cueste tiempo y todas mis energías
Y aunque a veces dude.
Seguiré trabajando.
Seguiré buscando tu nombre.
Seguiré amando.
Seguiré siendo sanado.

2 de enero de 2018

Nueva capacidad de soñar

Desde muy pequeño hubo una gran pregunta en mi vida: ¿Habrá algo imposible para Dios? Cada vez que no funcionaba algo, esa pregunta parecía ser respondida positivamente, es decir, había cosas imposibles para Dios. Habían temas en donde Dios no intervenía.

El libro de Eclesiastés cita lo siguiente: "Todo tiene su momento oportuno; hay un tiempo para todo lo que se hace bajo el cielo". Hace dos años le estaba pidiendo a Dios por un proyecto que quería lograr y que era difícil conseguir. Postulé y la primera vez no resultó; me desanimé, pero algo me dijo que debía seguir insistiendo. Postulé al siguiente año y fue lo mejor que Dios me pudo haber dado, en el momento exacto. Entonces entendí que para Dios no hay nada imposible y que debía seguir insistiendo y conectándome con él, de tal manera que, en la medida que lo buscara, iba a pedir lo que él anhelaba. 

Mi última publicación se refería a la pregunta que le hice a mi mamá sobre el cajón de manzanas. Claramente Dios podía hacerlo aparecer en el instante que se lo pidiera, pero Él quiere darle un propósito para glorificarse. ¿Cuál es tu imposible en este momento? ¿Una enfermedad? ¿Una crisis matrimonial o un divorcio inminente? ¿Una crisis financiera? Lo pregunto porque Dios quiere glorificarse en la forma y tiempo que él quiera. Sólo debemos disponernos en sus manos y morir a nuestro orgullo.

Preséntale ese imposible a Dios y él se encargará a su tiempo y de las maneras que sólo él sabe. Mientras tanto, sueña, emprende, lucha, no desmayes, vuelve a luchar, no te compares, lucha, ora e intercede. Y ese milagro sucederá...

La cultura del balcón

Algunos gritaban por allá. Los de acá aplaudían y gritaban. "Llévense a la vieja loca", se escuchaba por ahí. Desde muchos balcone...