25 de marzo de 2018

Saber confiar

Aprender a confiar implica un proceso de selección importante porque no todas las personas están capacitadas para recibir secretos o acompañar en los procesos. Obviamente la tentación es grande en no querer confiar en nadie, pero eso, a la larga, es una bomba de tiempo para nosotros mismos, pues necesitamos de los demás, sean familia o amigos.

Aprender a confiar también tiene mucho de perdón, porque todos fallamos. A veces damos consejos sin empatía, a veces abandonamos, a veces traicionamos, etc. Lo que nos hace volver al camino de recobrar confianzas no es el hecho de nunca fallar (eso sería imposible). Lo que nos hace volver es el pedir perdón y cambiar de actitud.


10 de marzo de 2018

Señor, rompe el hielo

Esta oración la hice un 3 de julio del 2011 y me hace mucho sentido casi 7 años después. Se las comparto.

 __________________________________________________________________________

"Querido Dios:
Hoy nos acercamos a ti con un corazón sincero, como el que se acerca sin poder ocultar nada delante de ti. Te seguimos esperando... a pesar de ver a nuestro alrededor circunstancias difíciles a momentos, o caos financieros. Confiamos en ti aunque se remueva la tierra y reine la inestabilidad... Creemos en ti, aunque todo diga que no es necesario creer y que cualquier verdad sirve para llegar a la felicidad.

Hoy oro por aquellos que te anhelan sin obtener respuesta a sus oraciones. Por aquellos que sufren en silencio sin ver soluciones. Por aquellos que siguen esperando fielmente en aquel que puede salvarles de su realidad. Por aquellos que te siguen amando aunque no vean nada bueno alrededor. Ellos te anhelan, Dios... Revélate de nuevo para que te busquen por lo que eres y no por lo que le puedes entregar. Y cuando te reveles, muéstrales tu poder a través de las circunstancias, de tal manera que vean que eres un Dios que todo lo puede y que nada hay difícil para ti. De hecho, eres un Dios de milagros e imposibles. Háblanos de nuevo y rompe el hielo que por tanto tiempo ha ido enfriando nuestros corazones y ha congelado nuestra fe hasta conformarnos con poco..."

5 de marzo de 2018

El milagro hecho realidad

Cuando Lázaro salió de la tumba, parecía una fantasía. Todos llorando, incluido Jesús. ¿Cómo, siendo su amigo, no pudo llegar a sanarlo antes?. ¿Cómo no supo sobre la gravedad de la enfermedad de su amigo? 2Si hubieras estado aquí"... Todo aquello pensó o dijo la gente alrededor de Jesús. Sin embargo, cuando llegó Jesús a la ciudad donde vivía Lázaro, declaró una palabra profética a Marta: "Tu hermano recusitará". Incluida esa palabra, no le creyeron. No lo vieron como algo posible en sus mentes. Recurrección cuando se acabara el mundo, obvio que sí, pero ¿ahora mismo? Era algo tan impensado...

Muchos milagros ocurren primero desde la palabra profética del Señor. Él dice lo que hará y, entre medio, se confronta nuestra propia fe, convicciones, teología, etc. Nos damos cuenta de cuántos argumentos que parecen espirituales, ponemos primero antes de creer. Sin embargo, Jesús hace igual el milagro. Lo que él espera es que creamos antes de ver porque él mismo expresa: "¿No te he dicho que si crees verás la gloria de Dios?" Y luego de creer, nos pide que quitemos la piedra, es decir, asumamos el riesgo de creer y colaborar con lo que él quiere. No nos pide que hagamos el milagro, sólo que le demos el escenario donde actuar. Desde allí, de nuestra pequeña fe, él puede hacer cosas grandes que nos parecen impensadas. Sé que así va a ser de mi vida dentro de no mucho tiempo. Le pido a Dios el valor para correr la piedra y mi vida puede ser un escenario para su gloria.

Renovarse

Renovarse en la vida es un proceso interno que cada uno tiene que realizar. A veces de manera intencionada, otras veces obligados o empujados por las circunstancias, todos en algún momento nos vemos en esa imperiosa necesidad de un cambio.
Renovarse nunca ha dependido de otra persona, de lo contrario, viviríamos dependiendo de otros en cuanto a nuestras propias decisiones y voluntad. Eso no es sano desde ningún punto de vista.
Renovarse implica saltar la barrera de lo que otros opinen o de los propios paradigmas que uno tiene. Es, en resumidas cuentas, un riesgo del cual no sabemos resultados pero que sí que es necesario.

Algunas personas se pegan en una etapa de la cual no pueden salir. No abren sus mentes a otras fuentes por medio de las cuales Dios puede traer alegría y paz. Quizás para salir de esa etapa, seamos desafiados a salir de nuestra zona de confort y de todo aquello que nos ata al pasado.

La cultura del balcón

Algunos gritaban por allá. Los de acá aplaudían y gritaban. "Llévense a la vieja loca", se escuchaba por ahí. Desde muchos balcone...