No es bueno racionalizar tanto los conflictos porque a uno lo dejan inmóvil y sin poder de lucha frente a las injusticias y problemas de la vida.
Mi tercer año de campo laboral no ha sido fácil. Los años anteriores habían problemas aislados y pequeños, pero este ha sido de problemas más grandes y que se complejizan a momentos. Pese a todo, ha sido un año lleno de aprendizajes y de conocer a las personas en su real dimensión. He podido ver las malas intenciones, las habladurías evidentes, el egoísmo, la envidia y los abusos de poder. Esto ha sido muy nuevo para mí y, en mi inexperiencia, le pido al Señor el discernimiento para captar las intenciones de los corazones de las personas.
Hoy necesito de sus oraciones por que a veces las fuerzas se acaban y, en ese deseo de cumplir con todo, se va tiempo y energía... Quizás este sea un tiempo de aprendizaje y de madurez personal...