25 de mayo de 2010

Soñando en grande

Nehemías no era una persona tan diferente a muchos de nosotros. Buena casa, buen auto y buen trabajo con sueldo más que digno en la casa del rey eran parte de su realidad de vida. Con todo eso, una noticia alteró el curso de su vida para siempre: sus hermanos israelitas estaban siendo avergonzados y el muro estaba destruido. Nehemías lloró, no soportó la situación y decidió orar a Dios para que le diera éxito en reconstruir los muros de la ciudad.

Y ahora pregunto... ¿cuándo fue la última vez que lloraste la realidad que estás viviendo u observando cercano a tu entorno? "Baaah, David... yo ya no sufro", me podría decir. Cuando hablo de llorar, no me estoy refiriendo precisamente a autocompadecerse o lamentarse todo el tiempo, sino que sentir el sufrimiento de otros, ponerse en el lugar de los demás, mirar por el bien de otros y por qué no decirlo, por la realidad que uno mismo vive.

¿Cuáles son esas situaciones que no soportas, que sientes que son una injusticia? Gente mendigando, compañeros de universidad que tienen problemas en sus casas o con sus recursos económicos, compañeros de trabajo con un vacío muy grande, etc. Uno decide si ve la vida como un buen observador o se involucra con las personas con las que se relaciona. Dios no vino a Nehemías con una gran señal del cielo para que fuera a reconstruir el muro. Él dijo: "Señor, dame éxito en lo que quiero emprender". ¿Qué haces cuando una injusticia social se ve a tu alrededor? ¿Miras de lejos, conversas con las personas afectadas o simplemente mueves la cabeza y dices: "Pucha que lata"? ¿Qué haces al ver la mediocre realidad que estás viviendo? ¿La aceptas como si fuera el "destino", te llenas la boca con quejas y autocompasión o comienzas a mirar la vida con soluciones en vez de más problemas?

Finalmente Nehemías fue a construir el muro de Jerusalén. Y aquí hay una noticia que sería bueno remarcarla desde las letras chicas del contrato: hubo gran oposición. Pero Nehemías soñó más grande que los problemas: él tenía la visión de reconstruir el muro, y eso era una convicción más fuerte que las críticas, las amenazas, los problemas económicos, las conspiraciones, etc. Todo buen proyecto trae consigo oposición... porque eso involucra cambios que se rebelan contra el "orden" establecido. Pese a ello, nada puede frenar el plan de Dios si hay un hombre o mujer que se atreve a creer en él.

2 comentarios:

JamesRock7 dijo...

mmm
muy interesante...

si uno tiene más de dos muros, y no sabes si Dios quiere cuál de los dos (o los dos) reconstruir, ¿qué hacer?

Cuando nos juntemos podemos ver.

Un abrazo!!

Anónimo dijo...

Bella lección nos deja Nehemías :)

tenemos que poner de nuestra voluntad si queremos reconstruir y levantar nuestro muro hay que dejar a Dios en primer lugar, él siempre nos ayudará y restaurara en reconstruir nuestro muro.

Seguir adelante pese a todas las circunstancias que vivamos, seguir firmes en Dios.

Bendiciones,
Andrea M.

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