16 de mayo de 2010

Bienvenido a la familia :)


Con ojos que casi ni se abren, unos 51 centrímetos de largo y un cuerpo totalmente encorvado sobre sí mismo, él aún no sabe cuánto su tío lo ha esperado. Sin mucho que decir, pero con su tez blanca y sueves manos, él lo único que sabe es llorar cuando lo mudan o cuando molestan mucho su dormir. Se llama Matías Andrés Vergara Menares.
Te hemos esperado incluso antes que se creara tu vida y en parte entiendo cómo el corazón de Dios ha puesto un nuevo aliento en la familia a través de ti. En parte entiendo cómo memorizar tu rostro que, teniendo aún unos ojos que ven sombras, tiene la imagen de tus padres grabada en tus ojos, en tu boca, en la forma de tus dedos y en la inocencia que surge de tu cuerpo de medio metro.

Cuando crezcas verás la bendición del Padre sobre ti como un propósito nuevo dentro de tu familia. Cuando crezcas no olvides extenderte siempre hacia adelante y creer lo imposible. Verás la gloria de Dios al conversar con los niños y los grandes... y cuando tengas momentos débiles habrán personas que sostendrán tus manos... manos de trabajo, manos de esfuerzo, manos que le hablan a lo que no existe para que exista otra vez... será la mano de Dios sobre la tuya con fe.

¿Qué más puedo decir? Estoy contento de ver a un nuevo integrante de la familia y no quiero ni pensar en las navidades, los años nuevos y esos cumpleaños llenos de gritos cuando juegue junto a la Nachita... y junto a mí también.

2 comentarios:

JamesRock7 dijo...

:))))))))))))
algún día lo conoceré, para tu cumple.
:))

Salu22!!!

Anónimo dijo...

Muchas felicidades !!!

Es hermoso tener ese bebé en los brazos de uno y observar sus manos,su carita delicada y ver la forma de los ojos y los labios,es linda experiencia que tambié comparto porque recuerdo cuando nació mi sobrina hace dos meses atrás.

Es bello cómo el tío bendice desde el día que nació su sobrino,esto es un buen ejemplo a seguir :)

Bendiciones
Andrea M.

La cultura del balcón

Algunos gritaban por allá. Los de acá aplaudían y gritaban. "Llévense a la vieja loca", se escuchaba por ahí. Desde muchos balcone...