9 de septiembre de 2007

Alrededor de la mesa de centro

"Señor, que en esta mesa estés con nosotros y no seamos dos los que estamos comiendo, sino seamos tres. Amén".

18 de septiembre 2006. Todos habían salido... mis hermanos, casados, habían ido a comer donde sus respectivos suegros. Mi papá y mis hermanos pequeños fueron donde unos tíos. Quedé solo con mi madre para almorzar. Fue un día triste. Por fuera, el mundo se alegraba entre cuecas, empanadas y anticuchos. Pero en nuestra casa, reinaba el duelo por relaciones tensas, desarmadas, y heridas abiertas. Cuando almorzamos, oré la oración de arriba, mientras era inevitable dejar caer una lágrima... Estábamos tristes y angustiados.

Tratando hoy de despertar bien, me puse a pensar en todo este proceso... Caminando alrededor de la mesa de centro, vi que volaban en mi mente las opiniones de todas las personas que hablaban acerca de nuestro caso. Y me dije a mí mismo: "Estás cansado... ya ni siquiera te inmuta lo que antes sí lo hacía. A lo largo de tu vida, has vivido escapando de las situaciones adversas, y al parecer has huido de las personas por miedo a quedar mal con ellas y a no causar más problemas de los que hay... Tu vida ha sido una huida de los problemas. Cada vez que había discusiones, te parabas de la mesa y te ibas a encerrar... Has tenido miedo... no has querido enfrentar y te has cansado. Y has estado solo... has debido soportar a fuerza de problemas el hecho de compartir tu vida con el sacrificio. Y ahora, ¿por qué lloras? ¿cuál es el motivo que hace doler tu interior? Has estado cansado de ser hombre... deseando por un día estar lejos de todo y de todos. Has estado cansado de ser cristiano, preguntándote: ¿de qué valen las buenas intenciones si después viene gente que las destruye?".

Y en eso viene la voz de Dios: "Por un momento te abandoné para que conocieras el corazón del hombre, pero te recogeré otra vez porque te amo".

Es un constante lidiar con los más diversos caracteres: algunos muy fuertes y amenazantes y otros muy silenciosos y guardados en sí mismos. Entre medio, el llanto de los niños me hace aterrizar a la realidad. "Debes ir a ver qué están haciendo, David"... Mientras voy, me digo: "Tienes que estudiar... y tienes 3 pruebas...". Es una constante de hace ya dos años y medio. Si no fuera por Dios, estaría sumido en la depresión, y ya las circunstancias me hubieran quitado el sentido de seguir viviendo.

Mientras doy vueltas me pregunto: "¿Por qué mis hermanos se casaron? ¿No debieran haber estado aquí conmigo?". Y en ese momento no me queda nada más que decir. El silencio de la casa que esta solitaria me acompaña, y un sonido a la distancia me dice: "Tranquilo, todo estará bien..."

Es un constante perdonar... No dejes para mañana lo que puedes hacer hoy, sino se acumulará y la herida se hará más profunda. ¿Saben ustedes lo que es vivir 2 años bajo tensión? ¿A ustedes sus padres los apoyan emocionalmente? ¿Saben lo que es vivir sobresaltado por el sonido del teléfono, pensando que nuevamente hay que enfrentar los problemas y discusiones? Si lo han vivido, entenderán lo que quiero decir.

Buscando la causa de lo vivido, siempre llego al mismo lugar: "Gracias Señor por lo que estoy viviendo. Te adoro en medio de la adversidad. Socórreme pronto y guíame que sino moriría en la tristeza, y hazme vivir en el gozo de saber que estás conmigo. Porque cada vez que he visto la inmensidad de problemas, me has dicho: "Tranquilo hijo, yo estoy contigo; nunca te dejaré... otros te han dejado, pero yo nunca lo haré, porque te amo y mi corazón se ha estremecido a causa de lo que has vivido". Nunca he visto que cambies las circunstancias de mi familia, pero sí veo que me has cambiado a mí, y te agradezco por eso. Y ahora no te pido que cambies abruptamente las circunstancias, sino que sigas cambiando y purificando mi corazón, atrayéndome otra vez hacia ti, quizás en un acorde de guitarra, en una carta para ti, o en el mejor de los paseos que hemos dado juntos. Yo ahí te amaba con intensidad, y te decía cuánto anhelaba estar contigo, una y otra vez. Soy el mismo niño que desea estar ahí, pese a los problemas, amándote en extremo, y hablando a los demás de ti"

Se acerca otro 18... La oración será otra, lo sé...

5 comentarios:

Anónimo dijo...

uy!... cuando leí el título, pensé que escribirías sobre tu forma de estudiar :p
mmmmmm
para variar un poco, es difícil decirte algo...

creo que mi comentario será... mmmm

Dios sigue estando contigo...


Te amo mucho

Guille dijo...

"Yo no te he desamparado.... ni lo haré jamás". Frases así resuenan en tu mente cuando recuerdas y miras hacia el pasado.

"Yo te usaré para restaurar vidas". Frases así resuenan en tu mente cuando miras hacia adelante y vez el camino por donde Dios anhela llevarte.

En todo, es Dios el que te habla, y es Su voz la que escuchas. En todo Él te ha fortalecido, y ese testimonio muchos no lo pueden contar.

Que grato es ver vidas sostenidas de la mano de Dios, y en contextos tan diferentes....

....maravilloso relato amigo, gracias por escribirlo. Y que el Altísimo te siga usando con amor y autoridad en Él!!!!

DTB!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

PD: Y McDonal's cuando???

=)

Anónimo dijo...

migo querido...
es muy fuerte que latra que has puesto en el escrito, pero veo como DIos no te ha dejado....
Tengo tantas cosas que contarte.. y tu tb a mi...
espero que pronto nos veamos.. necesitamos reunirnos YA



TE quiero mucho amigo de mi corazound!!!

Rodrigo dijo...

sin duda será otro septiembre...
para mi aparte de mi cumpleaños...
fue en este mes un año atras que recibi una noticia que hasta hoy me impresiona...

amigo sera otro 18 para ti...solo pq Dios lo permite...
cuidate mucho y que estes bien
chaussssssssssssssss

Anónimo dijo...

Que se puede decir...
de seguro en tu mesa hubieron 3 y no 2...

...nuevamente me haces reflexionar ...sin tan sólo fueramos niños descanzando en los brazos de Dios... lo impresionante de todo esto, es q aún "creciendo" Dios nos da la oportunidad una vez y otra vez y otra vez más para acercarnos a Él y aprender a ser niños en su presencia...
Que Dios te de lo q necesites!..

Muchas gracias... gracias por seguir viviendo una vida para Él!

La cultura del balcón

Algunos gritaban por allá. Los de acá aplaudían y gritaban. "Llévense a la vieja loca", se escuchaba por ahí. Desde muchos balcone...