Y aquí me tienes. Simplemente yo. Sensible. Apasionado. Tratando muchas veces de ser entendido. Buscando respuestas. Soy el mismo. El mismo niño que con la luz del pasillo encendida oraba con sus manos levantadas. El mismo que giraba su cabeza en la cama para buscarte. Y te llamo. Y te clamo. Te busco. Te amo. Te necesito.
Muchas veces busco que otros se motiven a buscarte, pero me da tristeza ver que aún en mi cercanos eres el Dios de los dolores... el simple Dios de las tempestades. El simple Dios de la religión. Me duele ver que no soy-somos consecuentes. Y lloro, sabes... por algo que no sé si alguien más lo hará. Lloro por verte a mi alrededor manifestado, lloro por la pena de los desvalidos, por la impotencia de los pobres, por la indiferencia de la religión. Lloro por ser alguien diferente... que marque una forma distinta de hacer evangelio. No tradición, no formalismos que nos coharten la posibilidad de degustarte a ti. O que traten a la gente por sus ropas, por lo que han sido, por su pasado o por su forma de hablar.
Lloro por ser agradable a ti. Y no encuentro salida. Simplemete tu voz que me dice: "Yo no me he olvidado... no me he olvidado". Padre... llámame... tú sabes que tu voz me derrite, que tu voz me hace débil, que no hay nada que me atraiga más que tus brazos, más que tus pies a los cuales beso, a los cuales rindo mis coronas, a los cuales rindo mis sentimientos, mis planes, mis proyectos y mis tesoros. Dios... me rindo... en tus manos dejo mi futuro, dejo mis pensamientos... Hazme descansar en medio de todo, te lo pido... y ser abrazado por ti, quizás consolado... Escuchar tu voz decir: "Te he estado esperando para estar contigo... para conversar, para decirte que te he amado y que todos tus caminos me son agradables..." Dios. Dios de mi corazón. Aquí me tienes. Tan débil en tu fortaleza, y tan sensible en tu abrazo. Tan pequeño en tu grandeza y tan frágil en tu consistencia.
Dios se encargó de hacer todo de nuevo, con un nuevo comienzo. Les invito a celebrar conmigo los milagros increíbles que Él hace cuando le creemos!!
25 de junio de 2008
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6 comentarios:
Será que el problema de tu familia es que la iglesia con sus formalidades rompió en parte la comunión entre ustedes???
Mi madre dice una cosa:
"si vamos a salir a la iglesia peleando, y todos enojados, me da una angustia dentro muy grande. Realmente prefiero quedarme sin salir peleados."
¿Qué es más importante para Dios??
El cumplir con una serie de ritos, muchs veces humana y absurdamente impuestos, o estar en paz en familia, y desde ahí adorar de manera adecuada???
¿¿Cómo haces entender esto a tus seres queridos que están enfrascados en eso??
¿¿No será algo mostrar de alguna forma cómo debería ser la vida en familia que adore a Dios??
No sé.
Pero esto es lo que se me ocurrió hoy.
Bye!!
un abrazo.
amigo te quiero y te admiro...y Papá mucho más...
abrazos,
Joycita
A propósito de la Joy...
aún no responde el mail, y es la que más hinchó con eso.
Yo creo que es la Rominada de este semestre!!!!
jajaajajajajajajaja
Mi rominada es Joy tb!
Dios es FIEL en oir y responder a cada petición
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