12 de diciembre de 2011

El Dios de la Navidad

Al pasar, miro las luces que en antaño traían la tristeza de vivir de la angustia, la depresión y la desilusión. Son esas luces navideñas que desde pequeño me llamaban la atención por su diversidad de colores y por sus melodías que, agudas y todo, me daban un efímero sentimiento de familiaridad. Son esas luces que me recuerdan a los míos... a aquellos que siguen con nosotros, a aquellos que ya han partido y a aquellos que respiran sus últimos momentos, tal vez años, tal vez meses o tal vez horas.

Al mirar las casas llenas de vida en sus ventanas, le pido a Dios que traiga mucha luz a nuestras vidas en esta navidad. Los verdaderos colores son los del perdón, del abrazo de reconciliación, de amor y de esperanza. Sin esos colores, la navidad se vuelve vacía, presa del consumismo y el hedonismo en que cae la sociedad a menudo. La navidad no se trata de árboles más adornados, o quien gasta más dinero en regalos, ni la calidad del regalo... Porque el mejor regalo es lo que algunas familias no tienen: unidad, amor, un padre y una madre, etc. La navidad es llenar los espacios vacíos, saciar al necesitado, traer la esperanza a los depresivos, liberar a los cautivos, dejar de lado el egoísmo, perder, rendir el orgullo y expresar.

Mientras camino, recuerdo el tiempo en que las mismas luces invocaban tristeza y las lágrimas surgían sin permiso. Lo bueno es que era de noche y nadie miraba que mi cara estaba roja de haber llorado tanto. Fueron tiempos dolorosos, sobre todos esas navidades del 2006-2007, en que las caminatas nocturnas se extendían solitarias pero llenas de pasión por Dios... Habían problemas en mi casa, pero extrañamente, el amor de Dios estaba fuertemente manifestado en mi corazón. Eran lágrimas de amor por Él y un deseo profundo de conocerle y amarle con todo mi corazón... En medio de todo eso, conocí lo que era el verdadero agradecimiento: "Sentirse completo por el simple hecho de estar con Dios". Su presencia era suficiente para vivir...

Ya me acerco a la casa y, antes de abrir la reja vuelvo a agradecer a Dios por mostrarse como mi Padre. Ahora las navidades han vuelto a ser como aquellas que disfrutaba en los tiempos de mi infancia, en donde las esperaba ansioso de ver a mi abuela, a mis primos, a mis tíos y decirles que estaba contento de verlos y compartir con ellos. O agradecer que comiéramos un pollo asado, con aquellas papas tan buenas que hacía la tía Prisci. O darle gracias a mi abuelita por haberme comprado un regalo pese a su preciada pensión. O estar contento porque todos nos sentábamos a las 12 de la noche a repartir los regalos y a decirnos feliz navidad. Je. No sé por qué esta navidad ya la siento tan diferente... es como si estuviera llena de libertad. Sí, debe ser eso... Es la libertad que Dios me ha hecho respirar durante todo este año.

"Señor, te anhelo... Mi mundo alrededor puede caerse, pero tú permaneces fiel. Todo alrededor puede fallar, pero tú nunca fallas. Tú vuelves los tonos grises en colores de vida y resplandeces sobre nosotros. Tú eres el centro de la navidad... Porque necesitábamos un salvador, necesitábamos a alguien que nos abriera el camino a Dios; alguien que diera esperanza a nuestro corazón y que sanara nuestras vidas. Aunque muchas veces nos vemos débiles a nosotros mismos, tú nos miras como fuertes. Si creemos que somos pobres, tú nos miras como ricos y llenos de potencial. Somos tus hijos y tú nuestro padre. Moldéanos como el alfarero a su vaso de barro y haznos más como tú... Te adoro Señor... te agradezco porque has cambiado el sufrimiento por alegría, el temor por seguridad en ti y el miedo al fracaso por fe en ti..."

2 comentarios:

Anónimo dijo...

el verdadero gozo viene de la angustia.
hay que celebrar esta Navidad por nuestro salvador,por que Él sigue Fiel en soprendernos en los mas mínimos detalles, El invierno ya lo viviste hace años atrás, sigue disfrutando de tú primavera que Dios te ha regalo con alegría y lo que siempre has querido tener, sigue disfrutando junto a tu familia y amigos,preparate para el verano que Dios te dará.... será de lo mejor,lleno de gozo,paz,unión y sobretodo de amor

bendiciones,
Andrea :)

David Menares dijo...

Gracias Andrea!! Bendiciones =)

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