16 de septiembre de 2018

Acaba un tiempo

Hay un tiempo para todo. Para estar alegre y para estar triste. Temporadas donde todo sale bien; temporadas donde todo sale mal. Temporadas de lluvia y tormentas; temporadas de sol y paz. Ambas son necesarias para el crecimiento y la reinvención personal. Dios tiene un tiempo para todo. Se mantiene como un ancla constante en el proceso y marca las temporadas con su voluntad. Nada se escapa de su control, ni los vientos ni las gotas de la tempestad. Nada de lo que sentimos le es indiferente, nada de lo que hacemos lo deja impávido. Las temporadas traen la madurez para escucharlo y aprender a conocer quién es el que siempre nos ha llamado.

Tiempos de pelea y tiempos de reconciliación. Tiempos de aborrecer y tiempos de perdón. Tiempos de humillación y de autoridad. Tiempos de incertidumbre y tiempos de seguridad. Tiempos de dolor y tiempos de curación. Nada se escapa, ni ahora ni nunca. Así como todo da vueltas y se da vuelta, nada escapa de su plan para nuestras vidas. Lo hará ahora o lo mañana o pasado mañana. La clave es permanecer creyendo... y, finalmente, volver a verlo en pleno, con su esplendor poderoso y sus brazos fuertes que vitorean por nosotros.

2 comentarios:

JamesRock7 dijo...

:)
Está bueno tu comentario, para canción.

Abrazos amigo, y siga confiando en el Señor :)

David Menares dijo...

Gracias compadre!

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