23 de diciembre de 2007

Construye navidad


Las luces de las calles adornan el pasar, mientras los adornos de navidad hacen más alegre el espíritu de las personas. Se nota en la atmósfera de estos tiempos, la alegría que se vive, pero también el consumismo y las ganas de hacer sentir a todos los seres queridos especiales para nosotros.

Los pinos y guirnaldas adornan nuestro pensar, queriendo ser el reflejo de lo que sentimos como familia: el querer compartir, el querer entregarnos por completo, el querer dar sin esperar recibir. Sin embargo, cuando era niño pensaba que todos mis tíos deberían por lo menos regalarme algo que demostrase que me querían o que pensaban en mí. Un caminón Goliat, una bicicleta, dinero, etc.

Esa posición de niño - y mal enseñao- era demasiado egoísta. Recuerdo una vez que a mi primo le dieron una super mega sorpresa de navidad: una bicicleta super linda. En un momento, pensé que era para mí, pero mi frustración fue grande al ver el nombre del destinatario. Je! esa navidad quedé con las ganas de tener una bici.

De pronto siento que aún no llego a un lugar fijo en nada. Es como si aún estuviera nadando por el agua sin llegar a tierra firme, y sentir que Dios me haga sentir en casa, en el lugar que quiere para mí... Pero quiero transmitirles algo en esta navidad: encárguese de agradecer por lo bueno y por lo malo... También dedíquese a dar. Pero no ese dar con consumismo, sino con sinceridad, con amor genuino. Quizás dejar de pensar como niños y valorar más el gesto que el plástico de un juguete o un obsequio caro. Sin obsequios, darnos por completo y demostrarle a los demás cuánto los valoramos...

En esta navidad encarguémonos de perdonar a quienes nos han dañado, y a tener siempre la disposición de perdonar en el futuro. Quizás ese sea el regalo que más valoro. La navidad pasada recuerdo haber renovado ese pacto con quienes me han dañado, y ha resultado en libertad.

Pero lo más importante es dar gracias por Jesús... No como rutinariamente lo hemos hecho a través de todas las navidades, o que sólo recordemos lo lindo y bueno que fue. Sino más bien recordar que el favor de Dios está sobre nosotros, sin depender de nuestras fuerzas o comportamiento. Navidad es dar, como Él se dio a nosotros. Navidad es recibir los clamores de miles que desean un buen regalo en esta época.



"Te amo, Señor... en navidad me vuelves a convencer que has creído y confiado en mí. Los árboles, las luces en las calles, los regalos recibidos no se comparan a tus promesas cumplidas y las aún no cumplidas. No quiero ser igual al resto, tú lo sabes bien, hoy quiero darte mis sorpresas, aunque sé que ya lo sabes de todo de mí. Hoy quiero regalarte mis canciones, aunque tú eres el dueño de mi inspiración. Hoy quiero darte un regalo, aunque antes de abrirlo ya sabes bien lo que es. Hoy quiero verte llorar, aunque antes de eso me has hecho llorar mí. Llévame más profundo, Señor... esa es mi oración."

1 comentario:

Romy dijo...

Te quiero migo

pd: dale un abrazon giganton a mi miga poly

=)

lso quiero
pa-pás

La cultura del balcón

Algunos gritaban por allá. Los de acá aplaudían y gritaban. "Llévense a la vieja loca", se escuchaba por ahí. Desde muchos balcone...