La Navidad es un tiempo de encuentro. Miradas atentas. Volver a encontrarse con aquellos que hemos perdido y abrazarlos. Momento de dejar atrás las ofensas y mirar a Jesús. El mismo Jesús que nace para nosotros, como muestra de Dios hacia nosotros.
La atención no debe centrarse en cosas vanas como si poner el árbol es o no de Dios (como a veces he escuchado) o si en verdad nació Jesús un 25 de diciembre. Este tiempo es para entregar en vez de esperar recibirlo todo... sobre todo a aquellas personas que nos importan mucho, y por qué no decirlo, a aquellas personas que no tienen cómo agradecernos un regalo o un saludo fraterno. 25 de diciembre es un día para volver a despertar al amor de Dios y dejarnos querer de nuevo. Sólo su amor da vida a los que creen en él.
Un abrazo y que Dios bendiga sus navidades :)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario