11 de marzo de 2009

Un amor perdido

Pienso que el amor cuando se racionaliza mucho pierde su sentido completo. Por un lado tenemos ese concepto de amor ideal de que la pareja de uno tiene que ser perfecta y llenar todas las expectativas que "lo bueno" dice que tiene que llenar. Y por otro lado, tenemos la realidad que nos confronta con una pareja que entre todas sus virtudes, presenta defectos y errores en sus actitudes y acciones. En ese pensamiento nos valemos siempre. ¿Doy muy en la relación o doy poco?

Cuando pienso en el amor de Dios, a veces me parece un amor super ideal... inalcanzable para nosotros. Eso de dar sin esperar recibir. También el ofrecer la otra mejilla es parte de la lista. Bendecir si te ofenden le sigue. Por un lado el amor de Dios es parte de ese lado que nos impulsa a arriesgarlo todo por la pareja. Es es lado que nos dice que demos todo en la cancha y que demos mucho sin esperar recibir. Pero por otro lado, nuestro intelecto piensa: "Esa persona tiene errores... quizás si le doy mucho amor se aprovechará y en algún momento pensará hacer algo para su propio interés en vez del interés de la relación común". Mmmmm... creo que este pensamiento no está lejos de la realidad. Al contrario, vemos que en las parejas hay un juego de decepciones, re-decepciones y a veces ofensas que cuesta perdonar. Si es que llegara a ocurrir eso, el amor comienza a ser cada vez más racional... diciendo: "Ten cuidado que te puede dañar de nuevo", "ten cuidado que es hombre y puede caer en este error de nuevo". Entonces dejamos de tener ese concepto de amor que sólo entrega y se preocupa del bienestar del otro.

¿Está errado este pensamiento? Creo que no. Pienso que quienes lo dicen tienen razón. Erramos muchas veces en una relación de pareja. Ofendemos, sí... nos quedamos callados cuando no deberíamos... hablamos cuando no corresponde... y así... suma y sigue. Todo eso comienza a generar en nosotros una vara más alta con la que medimos a nuestra pareja...

Pienso que el amor verdadero tiene una parte racional y otra parte que es pasional. Existe un peligro muy grande en irse a los extremos, pero específicamente si racionalizamos mucho el amor, éste se vuelve más desconfiado porque siempre anda pensando en su propio interés... "quizás me dañen como lo hicieron antes conmigo", "quizás me haga lo mismo que a mi amigo (a)". El que ama pensando en sus propios intereses, en realidad deja de amar... Porque el que ama cuida a la otra persona... cuida de sus intereses y no de los suyos propios. "El perfecto amor echa fuera el temor"... eso me habla que ese amor se va completando poco a poco. Cuando descubres el amor y lo perfeccionas, el temor (lo racional) comienza a salir y poco a poco comienza a brotar el amor más bien comprometido por el otro, el amor que dice: "Lo daría todo por ti... si fuera necesario daría mi vida por cuidarte".

Sólo se necesita una cosa: Que en la pareja, el amor sea mutuo...



Amiga mía, Paloma mía...

1 comentario:

JamesRock7 dijo...

Mmmmmmmm.....

El amor madura, y se construye
y como todo lo maduro, se puede o consumir o caer y podrir.

No se me ocurre nada más...
cuídese!

La cultura del balcón

Algunos gritaban por allá. Los de acá aplaudían y gritaban. "Llévense a la vieja loca", se escuchaba por ahí. Desde muchos balcone...