16 de abril de 2011

Cuando hay un error [...]



La perspectiva acerca del propio pecado o error no nos resulta muy fácil de asimilar. A veces hay mucha condenación externa o interna. Pero quiero hacer una pausa, porque este tema me toca muy de cerca, especialmente porque cuando veo que he fallado en algo o le he fallado a alguien tiendo a atacarme bastante.
Cuando hemos cometido un error, también podemos acercarnos ante Dios pidiendo perdón. Él no rehúsa su amor para quien se lo pide... pero también quiere que tomemos una actitud frente a las circunstancias, es decir, que tomemos cartas en el asunto. En futuras publicaciones creo que trataremos el tema de ver a la vida de frente y confrontar aquellos temas pendientes en nuestras vidas, sin autocompasión y sin culpa, pero creo que aún no me siento con la suficiente autoridad para tratar ese tema [...]. Por el momento, me remitiré a decir que, aunque hayamos fallado en aquellos temas pendientes, Dios nos ayuda a seguir adelante, levantando nuestras manos y perdonando nuestros errores.


No hay comentarios.:

La cultura del balcón

Algunos gritaban por allá. Los de acá aplaudían y gritaban. "Llévense a la vieja loca", se escuchaba por ahí. Desde muchos balcone...