11 de abril de 2011

Para ser...

Allí sé que las palabras no sirven...
menos los argumentos a favor...
Allí la justicia propia no salva ni tampoco la buena acción...
Porque sabes quienes somos
y lo que creemos desde el fondo de nuestro corazón.

En tu presencia las palabras se hacen vanas...
y en tu nombre nuestros derechos se consumen...
porque sabes quienes somos...
y por eso te adoramos:
porque a pesar de quienes somos...
tú nos amas.

Para ser como tú no se necesitan nuestras fuerzas
No nos salvan las fórmulas copiadas de antaño
ni un libro de oraciones de antemano...
Para ser como tú se necesita estar contigo...
respirando el mismo aire de tus pulmones...
cantando el mismo himno de adoración.
Para ser como tú, te necesito a ti...
Eso es lo que más importa en la vida...

por sobre el trabajo...
por sobre el éxito y el dinero...
por sobre nuestros intereres...

Para ser como tú, lo importante eres tú...
a pesar que a veces sentimos esa dualidad
de decir que somos algo que no somos
o que hacemos lo contrario a lo que predicamos...
Aún así, te acuerdas de nosotros
y olvidas nuestras faltas!
Nos dices que te pertenecemos
y cambias nuestra vergüenza en honra.

Para ser como tú, necesito de ti...
lo repito de nuevo en el suave aire de tu casa...
y en el tierno aroma de tu gracia.
Para ser como tú, se necesita una cruz donde morir...
y donde decir "menos de mí y más de ti"...

Por eso te amo...
porque al querer ser como tú,
tomas nuestra mano y nos levantas al caer
y tú mismo nos llevas a Cristo,
a ser antes que hacer...
a perdonar antes que a guardar rencor...
a bendecir antes que maldecir...
a orar antes de actuar arrebatádamente...
a decir las cosas de frente y sin rodeos...
a pedir perdón aunque nos duela...
y a creer que todo es posible.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Que hermosas palabras,ojalá tuviera ese mismo sentir.
Dios te siga usando, sinque te des cuenta,bendices a muchos por medio de esté blog y aunque no lo creas, las palabras edifican a mucha gente que está detrás de un macbook, cómo yo.je,je,je,je,je...

El padre te siga bendiciendo en tú caminar a diario y te sorprenda en lo que nunca imaginaste.

Bendiciones,
Andrea :D!

La cultura del balcón

Algunos gritaban por allá. Los de acá aplaudían y gritaban. "Llévense a la vieja loca", se escuchaba por ahí. Desde muchos balcone...