Todos crecimos pensando que el ser profesionales nos daría buena situación económica, mayores posibilidades de adquirir bienes y servicios... y en resumidas cuentas, una calidad de vida superior a la que tuvieron nuestros padres. Muy bien pensado! Creo que sí... el ejercer la profesión o estar cursando la universidad nos da mayores posibilidades frente a la vida, sin embargo, no garantiza nuestra felicidad.
La siguiente etapa de este blog tendrá un carácter de confrontación ante nuestra propia conducta frente a la vida. Esta confrontación nace de un anhelo por ser como Jesús incluso en aquellas áreas donde nadie nos ve, tales como nuestros pensamientos y nuestra sexualidad. El ser consecuentes entre lo que somos y hacemos es el desafío que nos plantea la vida cristiana y se posiciona como una luz que habla más que nuestras palabras acerca de Jesús: una respuesta amable, un trato cordial, una conversación directa en vez de murmuraciones a espaldas de la persona, una voluntad para resolver conflictos, etc. La pregunta que intentaremos responder en este ciclo será: ¿Vivimos a Cristo en toda nuestra vida?
Bienvenidos a esta nueva etapa de este blog!!!
1 comentario:
debemos aprender a vivir la vida siempre y a diario poniendo a Dios en todas las areas de nuestra vida, siendo profesional,estando en casa, compartiendo con amigos y marcar la diferencia entre la gente que no es cristiana,que los demás,vean en nosotros el amor,gozo,paz del Señor.
Bendiciones,
Andrea :D !!!
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